Treinta años después de su debut, la cantante, pianista y compositora Estela Magnone se reencuentra con el público montevideano presentando un nuevo disco llamado “Bruma de abril” y producido por Jaime Roos.

En 1978 fue cuando comenzó a inclinarse por el canto popular, a pesar de su formación académica en piano, canto, flauta y guitarra que practicó desde muy chica respaldada por su familia (su madre es cantante, pianista y docente de canto y su padre fue director de coros y orquesta). A lo largo de su trayectoria musical, formó parte de grupos como Travesía, Las Tres y Seda, teniendo, además, la oportunidad de trabajar con Mateo, Jaime Roos, Jorge Galemire, Leo Maslíah, Jorge Lazaroff, Laura Canoura, Fernando Cabrera, Alberto Wolf y Malena Muyala.

Luego de un buen tiempo alejada de los escenarios, el público montevideano por fin pudo disfrutar de su actuación en vivo en El Tartamudo. Magnone recorrió toda su carrera musical, haciendo especial hincapié en las últimas canciones que compuso y forman parte de “Bruma de Abril”, acompañada por Nicolás Ibarburu en guitarra, Fabián Marquisio en guitarra y voz, Andrés Ibarburu en bajo y cello y Walter Haedo en cajón y accesorios.

Instantes previos a uno de los shows, Estela nos recibió para conversar sobre sus treinta años en la música. Los dejamos con parte de la charla.

¿Con qué se va a encontrar el público que venga a presenciar el show?

Se va a encontrar con una serie de canciones: varias de mi último disco, que salió el año pasado en Argentina y este año acá llamado “Bruma de abril” y además una cantidad de canciones que van desde mi primera época como compositora hasta la última. Como una recorrida por todas las canciones que he hecho a lo largo de treinta años que hace que estoy en la música popular.

¿Cómo evalúas tu carrera musical? ¿Cómo la definirías?

No sé cómo la definiría. Creo que tengo la suerte de haber podido componer canciones, que es lo que me gusta hacer. Esas canciones viejas que hice, siento placer cuando las canto. Eso es como una bendición tener la posibilidad de crear y que te guste lo que hacés; y si a los demás también les gusta, es más lindo. En todos estos años en la música me han sucedido siempre cosas gratificantes.

Pasaron bastantes años entre tu penúltimo disco “Vals Prismático” y “Bruma de abril”. ¿Fue premeditado?

No. Se demoró por diferentes razones. En realidad me parece que estuvo bueno haber esperado porque hay canciones que quizás no hubieran formado parte del disco. Me gustó mucho como quedó, estoy muy conforme, entonces si lo hubiera hecho antes no hubiera quedado como quedó. Por algo pasan las cosas, por algo uno a veces tiene que esperar.

Estuviste en Buenos Aires hace unos meses, ¿cómo fue la recepción del público?

Sí, estuve presentando el disco allá. La recepción fue muy buena, estuvo lindo. Hubo muy buena recepción de la prensa. Son muy estudiosos de la música uruguaya, es increíble como saben los periodistas. Además, allá hay un gran respeto y conocimiento de la música uruguaya. Nos quieren mucho.

¿Qué te llevó a inclinarte por la música popular?

No sé. Yo hasta el año ´78, que fue cuando empecé a cantar música popular, cantaba en coros. También estudié piano y mi formación era académica, pero igual siempre me gustó la música popular. En ese año había un movimiento muy grande de gente haciendo música y era un momento muy especial del país. La corriente que se llamó en aquella época Canto Popular fue muy fuerte y creo que entré ahí medio por casualidad y me quedé.

Estuviste en varios grupos…

Sí, Travesía fue el primero, grabamos el único disco en el ´83 y después Las Tres en el ´89… Van a cumplirse veinte años de la formación del grupo el próximo año.

Van a tener que armar algo para el festejo.

Sí, vamos a ver si hacemos algún revival (risas).

¿Cómo fue tener un grupo de mujeres haciendo canto popular?

La verdad que nunca tuve dificultades por ser mujer, siempre recibimos mucho respeto. En el ámbito de la música nunca tuvimos problemas. No hubo ninguna diferencia.

A lo largo de tu trayectoria siempre te rodeaste de muchos músicos reconocidos.

Lo que pasa es que siempre se me ocurrieron más músicas que letras y por suerte tuve unos cuantos co-autores que hacían muchas letras: Mateo, Jaime Roos, Darnauchans. Ellos fueron con los que más compuse en co-autoría. Por suerte me dieron letras para las cuales se me ocurrieron músicas, porque también te pueden dar una letra y que no se te ocurra nada. Mi producción de músicas sigue siendo mayor que la de letras, así que pesquiso letras y les pongo música.

¿Abandonaste la composición?

No, sigo componiendo pero en este momento estoy más dedicada a los shows y todo el tiempo de la grabación me dediqué solamente a eso. Ahora me están viniendo ganas de encerrarme un poco y componer. Todos son períodos.

De las colaboraciones con otros músicos, ¿de quién creés que aprendiste más o cuál fue la más gratificante?

Con el que aprendí más fue con Jaime porque con él tuve muchas colaboraciones, no sólo de canciones sino que produjo mis discos y yo participé en muchos discos de él. Aprendí muchísimo, por ejemplo, del estudio. Cuando hicimos el disco de Travesía, que fue producido por él, yo no había entrado nunca a un estudio de grabación. Fue un aprendizaje desde ahí en adelante.

¿Tenés algo planificado luego de estos shows?

No, por ahora no tengo nada fijado pero las cosas van a ir surgiendo. Recién ahora empiezo realmente a presentar el disco y hoy es la primera vez que voy a cantar en Montevideo las canciones de “Bruma de Abril”. Veremos que pasa de ahora en adelante.

Gisselle Noroña