YOU ARE FANTASTIC
Fue la frase más escuchada de la noche. Ian Gillan se olvida de los treinta y ocho años de Deep Purple, de la revolución musical que iniciaron, y le agradece a un Velódromo que no llega a estar repleto de gente.
Un público en su mayoría masculino, de mediana edad, disfrutó de la presencia de la actual formación de Deep Purple: Ian Gillan cantando y acompañando con pandereta y armónica; Steve Morse en guitarra; Don Airey en teclados; Roger Glover en bajo y Ian Paice en batería.
Banda que nació en 1968 y que en el correr de casi cuatro décadas supo vencer una innumerable cantidad de cambios de integrantes, logrando crear un sonido propio influenciado pero independiente de la formación de turno. Banda que en el marco de su gira “Deep Purple – Rapture of de Deep World Tour 2006 – 2007” llegó a Uruguay sin dejarnos más opción que quedarnos perplejos frente a su virtuosismo y calidad musical.
La particular voz del cantante taladró el cerebro de todos y las divinas cualidades de cada uno de los músicos se hizo notar en cada uno de los dieciocho temas que tocaron, aunque quienes tuvieron más espacio para destacarse fueron Morse y Airey, que merecen un párrafo aparte:
“The incredible man in the flying machine (El increíble hombre en la máquina voladora), Steve Morse” presentó Ian al guitarrista, que en aproximadamente ocho minutos viajó a lo largo del brazo interpretando “Little Wing” de Hendrix, “Stairway to heaven” de Zepellin, y, en un momento extremo, “Sweet Child of Mine” de Gun’s and Roses.
“Coming down from the sky (Cayendo desde el cielo), Don Airey”, el tecladista que, volando en sus teclados, fue desde el rock más clásico hasta Bach, dejando boquiabierto al mismísimo Velódromo.
Tema tras tema la voz del grupo agradecía con el clásico “Grratzias” al que nos tienen acostumbrados los artistas extranjeros, y, esperando que los locales entendiéramos inglés, presentaba las canciones contando las historias que las originaban, alababa a sus músicos, y volvía a agradecer: “Superb” “Unbelievable” (increíble).
Las canciones alteraban el pulso del más indiferente: “Pictures of home” fue la apertura que incluyó la introducción del disco “In Concert with The London Symphony Orchestra” (En concierto con la orquesta sinfónica de Londres) grabado en 1999. No faltaron los clásicos “Lazy”, “Highway star”, “Perfect Strangers” y, obviamente, “Smoke on the water”. Terminaron con un destacado bis “Hush – Black Nigth”; final en el cual durante cinco minutos toda la banda motivaba los coros de la gente, la interacción entre el público y la banda, hasta lograr un final arrollador.
“You are fantastic”, Deep Purple es fantástico…
*La intención de la página era incluir en la cobertura a la banda telonera: Rey Toro. El boleto de la entrada decía que el espectáculo empezaba a las 21:00 horas. Como el afiche no coincidía, ya que lo anunciaba para las 20:00, me comuniqué con RED UTS. Desde allí reafirmaron la hora que figuraba en la entrada, pregunté, “¿Rey Toro también?”, “El espectáculo comienza a las 21 horas” respondieron. Rey Toro empezó a las 20, tocó alrededor de 45 minutos. Yo entré al Velódromo pasadas las 21.
Yo podría haber cotejado la información con alguien más y cubrir el toque de Rey Toro, me distraje y no lo hice, mis disculpas por ello. Eso no le quita la responsabilidad a la organización, cuyo deber es respaldar no sólo a la banda central sino también a la telonera.
Andrea Martínez
10/4/2007 | martin casao es verdad. difunden cada cosa...sin ánimo de ofender |
27/3/2007 | jose luis Me sorprende que despues de tanto tiempo nadie haya comentado sobre el espectàculo, con la fuerza que arrancò "el chupete" apesar de la poca gente que habìa llegado a esa hora y que hasta un poco antes lloviò mucho y hasta hubo dudas de que si se hacìa o no el toque, ahora me entero que bandas uruguayas como Herrumbre, Reytoro, etc. van a tener otro toque con Rata Blanca,pero hay tan poca difusiòn....no pueden dar una manito y dar detalles de cuando es y en donde? ...En resumen, el toque estuvo 10puntos, en sonido, luces y bueno....nosotros que estabamos ahì, para ver algo legendario, que quizàs en Uruguay no vuelva a verse... |