“Tres” es el nombre del tercer disco de La Triple Nelson. Les aseguro que la carencia de creatividad a la hora de titularlo se ve opacada por la creatividad compositiva que encontramos una vez que le damos play.
Un disco con una carga emotiva enorme, que arranca con toda la energía, sigue con un intermedio distendido y armonioso, y cuya culminación cuenta con una potencia acalambrante, que sólo un té de tilo podrá aplacar.
“La Triple” realizará la presentación oficial el 15 de setiembre en el Cine Plaza, pero antes irá de visita a Fray Bentos (el 5 de agosto), y tiene previsto a corto plazo tocar en Córdoba, Rosario y La Plata, en Argentina.
Entrevistamos al multifacético Christian Cary, quien describió el proceso de grabación y el presente de La Triple, pero que además relató algunos de los episodios más insólitos de su vida, antes de convertirse en el vocalista y guitarrista de la banda.
El tecladista
En el disco metí alguna cosita, apenas algún arreglito, más que nada porque queríamos que la esencia sea siempre el trío. Lo que pasa es que había un piano de media cola en el estudio que sonaba increíble y, como yo arranqué tocando el piano en vez de la guitarra, lo vi y ataqué. Cuando era chico mis abuelos me enseñaban algún tango y algo de música popular, pero más que nada tocaba de oído. Mis primeras actuaciones en vivo fueron como tecladista. Tocaba en una banda que se llamaba Caos, y hacíamos covers de The Rolling Stones, de Scorpions, y de The Doors. A los trece conocí la guitarra española y me enamoré, además ¡es un poco más transportable que el piano! (risas). Aprendí a tocar la viola también de oído y con un amigo que me enseñó los primeros tres acordes: la, re y mi.
El paseador de perros
Yo tuve la suerte de tener un hijo cuando tenía veinte años. Fue una revolución para un adolescente como era yo, que todavía no sabía qué iba a hacer de la vida. Fue como una señal: “Nene, tenés que encarar”, y ahí empecé a trabajar. Mi primer trabajo fue paseando perros, ahí por Pocitos. Iba a los edificios a buscar a los perros de las señoras y los paseaba por la playa y por Kibón.
El repartidor
Después trabajé repartiendo compresores de aire en una camioneta, y más adelante en el reparto de los cigarrillos Nevada, que fue uno de los trabajos más cansadores que tuve en mi vida.
“Punto Rojo”
En ese entonces estaba enganchadísimo con la viola, nunca dejé de tocar. Me metí en una banda de amigos del liceo llamada “Punto Rojo”, y empezábamos tocando Led Zepellin, The Doors, hasta que al final se convirtió en una banda exclusivamente de blues. Teníamos un repertorio como de treinta temas y todos eran blues. Después tuve el lamentable suceso de tener que tocar en la banda de la Marina.
¡Usted es Eric Claton!
La banda de la Marina es la que ves desfilar por la calle, con los vientos y los tambores, ¿viste? Yo estaba laburando para Nevada, repartiendo cigarrillos por los kioscos, y estaba podrido. En esa época estaba el 2do Festival de Blues en Montevideo y se armó una Big Band con once músicos en escena; yo tocaba la viola. Un día uno de los trompetistas me ofreció ir a la Marina porque estaban tomando gente. Me enganché porque me ofrecían la misma plata que en el reparto de cigarrillos y laburaba solamente una vez por semana. Entonces fui y me preguntaron: “¿Qué quiere tocar?”. Los únicos instrumentos que faltaban era la tuba y el clarinete, entonces le digo: “El clarinete”. Me dieron uno y me dijeron: “¡Aprenda!”. Yo me preguntaba: “Pero cómo, ¿no me va a enseñar nadie?”. Y me respondieron: “Usted sabe leer música, entonces aprenda”. Imaginate, nunca en mi vida había tocado un instrumento de viento. Me las arreglaba tocando de oído y copiándole al de al lado. Fue una experiencia espantosa, tenés que lidiar con gente que sirve solamente para hacer eso. Y bueno, de improvisar ni hablemos. Una de las primeras veces que salimos a tocar por la calle, a mí se me dio por improvisar jazz arriba de las bases de la orquesta. Vino un suboficial y me dijo: “Cary, ¿qué está haciendo? ¡Acá no se puede improvisar! ¿Usted está loco?”. Yo iba en otro plan. Y lo peor es que una vez que entrás es complicado salir, tenés que esperar el plazo que son dos años, o pedir la baja. Cuando me estaba yendo me dijeron: “Usted no se puede ir de la banda, ¡usted es Eric Claton!”. ¡¿Eric Claton?!, ¡te das cuenta! En lo musical, lo único que me dejó es haber conocido el clarinete, que es impresionante, muy lindo de tocar y muy lindo de escuchar también. Pero también me llevó a detestarlo por tener que tocarlo en esas condiciones, con músicos que desafinan mucho y que no se preocupan por el instrumento.
El profesor
Después de ahí me puse a laburar en el LATU con un amigo y luego empecé con las clases de guitarra. Mi primer laburo como profesor fue en la escuela Promúsica, hasta que Roberto Fuentes, que es el dueño que estafó a todos los profesores, nos dejó a todos en banda. Cerró esa escuela y me pasé para Todomúsica. Di clases un tiempo hasta que me independicé hace dos años. Doy clases acá en casa y ta… vivo de eso y de los toques con La Triple, y no hago nada más… ¡ba! Soy padre. (risas)
La Triple Nelson
“Tres”
Grabamos el disco en el estudio Ion, en Argentina, que fue el mismo lugar donde grabamos “Seguir mejor”. Ya conocíamos a la gente que trabaja ahí y nos habíamos llevado muy bien. Decidimos volver y creo que fue una gran elección. Acá en Sondor grabamos los vientos: el saxo, una armónica; y las cuerdas.
¿Grabaron todos a la vez?
Sí, grabamos en vivo igual que el otro. Al ser un trío grabamos todos juntos porque es la forma que nos llevamos mejor: tocando en el escenario. Ese ensamble, esa espontaneidad creemos que sólo se logra así. Y lo disfrutamos mucho; si nos dieran a elegir grabaríamos todos los discos así, tenemos mucha química en ese sentido.
Me di cuenta que el disco arranca arriba, después baja y en el final explota de vuelta.
Sí, es como un toque en vivo. Una vez que terminamos con el disco nos sentamos en un bar a hacer el orden de los temas y quedó así: muy fuerte al principio, después tiene una parte que podés sentarte a tomar un mate tranquilo, y cuando parece que te vas a dormir te clava un hacha en el medio de la cabeza. La parte final es bastante violenta. Como este disco lo pagamos nosotros, decidimos poner todo lo que quisiéramos, sin que nadie nos diga: “No, no pueden poner quince temas”. En “Seguir mejor” tuvimos a Elio Barbeito como productor artístico, que fue quien eligió los temas que se grabaron. Finalmente quedaron trece de veinticinco que teníamos, entonces muchos de los que quedaban afuera los usamos para éste. Te vas a encontrar con diecisiete temas, que van desde “Perro solo”, que es el rock pesado con bases extrañas; un blues que dura como cinco minutos que se llama “Nada más que hablar”; un tema mío instrumental que dura solamente un minuto y medio, etc. Además me di el lujo de grabar algunos temas con una Gibson Les Paul, una viola que nunca había tocado. Cuando tocamos desprendemos mucha energía, esa energía fue la que llevó a que una cantidad de temas que por ahí no eran tan fuertes se conviertan totalmente, sumados a la potencia de la Gibson. Al estar todo lo que queríamos meter, quedó una fusión rarísima que va desde lo más fuerte, hasta baladas tranquilas.
¿Lo produjeron ustedes?
El que hizo un poco de productor en la parte de estudio fue Rodrigo Ortiz, que fue el que se adueñó de las canciones e hizo que todo suene bárbaro, y que también estuvo de acuerdo en que pongamos los temas que quisiéramos. Es el compositor del tema “Extraño” (track 7), que está en el disco.
También hay dos covers, que a esta altura más que covers ya son temas propios.
Son casi clásicos de la Triple Nelson. (Risas) En todos los toques que hacemos la gente nos pide “Purple Haze” de Jimmy Hendrix y “Mejor no hablar” de Sumo, y nosotros en muchas ocasiones los tocamos porque nos gustan mucho. La versión de “Mejor no hablar” es una versión del Pilsen Rock. En el Pilsen nosotros nos vimos abrumadamente emocionados, fue impresionante la respuesta de la gente. Había doscientos que iban a ver a La Triple Nelson y cuando nos bajamos del escenario nos pedían que toquemos de vuelta. No se podía hacer eso porque estaba estipulado en el contrato que cada banda toque media hora. Al final, la producción nos permitió subir a tocar. Entonces nos preguntamos: “¿Qué tocamos?” y Paco, que es amante de Sumo, propuso “Mejor no hablar”. Y bueno, salió a una velocidad increíble de la emoción que teníamos. Cuando fuimos a grabar el disco quisimos dejar la zapada a ese tiempo, y quedó una versión muy rápida y violenta. En este disco hay mucho más rock, nos estamos perfilando para ese lado.
Cómo vos dijiste, el disco suena más violento. Por lo que escuché y comparé con los anteriores me di cuenta que ahora no suena tan a blues.
Hay mucha gente que dice: “Mape fue quien le trajo el rock a la Triple Nelson”. Él cuenta que cuando entró se pensaba que iba a venir a una banda de blues, y se encontró con que la banda ya no hacía más blues, sino que ya estaba haciendo temas que eran mucho más fuertes. Y bueno, él mismo dice que fue él quien se tuvo que amoldar y aprender a tocar al estilo Triple Nelson. Ese estilo quedó ajustado en “Seguir Mejor”, pero se ensambló más todavía en este disco. Como quién dice, estamos tocando lo que nos sale, y ahora nos salió un disco fuerte. Al Mape lo primero que le dijimos cuando llegó fue: “Mape, vos tenés que tocar fuerte” ¡¿Para qué?! Ahora toca más que fuerte, pero bueno, yo no soy ningún guitarrista que toque bajito, me gusta tocar muy alto y al Paco también, así que no te recomiendo ir a los ensayos porque son INSOPORTABLES.
¿Qué respuesta han tenido de la gente que lo escuchó?
Los comentarios que hemos recibido hasta el momento fueron muy positivos, y eso nos emociona mucho. Casi hasta ponernos a llorar de la emoción de las cosas que nos cuenta la gente que les ha producido el disco. Gente que está en España y que escuchó avances que hay en www.deluruguay.net escribió que era de las pocas bandas que le hacían llorar desde allá, o en el foro de la página www.latriplenelson.com hay comentarios de gente que lo compró y que no puede creer que hayamos superado a “Seguir mejor”.
Contame de la presentación del disco.
Vamos a hacer la presentación oficial de “Tres” en el Cine Plaza el 15 de setiembre. En un principio dijimos de hacer un Movie Center, pero como ya habíamos hecho dos y estuvieron llenos de gente dijimos: “vamos a hacer algo más grande”. La idea de hacerlo en el Plaza parecía exagerada, pero no nos importó, que vayan trescientas personas igual. Como sabemos que el disco se está vendiendo pila, esperemos que vaya mucha gente, no sé si llenamos pero ta. Va a haber una gran escenografía a cargo de Raúl Púa, que es el encargado del arte, y que fue compañero mío de “Punto Rojo”. Él fue quien hizo el arte de “Seguir mejor” y de “Tres” y es quien hace las escenografías cada vez que tocamos.
¿Qué le dirías a la gente que va a comprar el disco?, ¿con qué se va a encontrar?
Creo que lo que hay que decirle a la gente es que lo compre, que no se va a defraudar. Es un disco largo. Nos gustan los discos de trece temas pero más nos gustan los discos como este de diecisiete, donde podés escuchar y elegir el tema que quieras y no te va a dejar a pie.
Rodrigo Ribeiro