Público:100 personas aprox.

En una hermosa noche primaveral, tocaron frente al lago del Parque Rodó La Sonora del sur y La Banda de la luna azul.

La Sonora del sur subió al escenario a las 20:45 aprox., brindando un espectáculo de 45 min. de duración, que colmó las expectativas de quienes fueron a ver a la banda, y hasta de los curiosos que pasaban, (o más bien paseaban) por el parque, ya que la carpa es abierta al público.

Comenzaron con "Del abasto", para luego tocar 3 temas nuevos, intercalados con algunos ya clásicos del grupo, como "La ventana" o "Para bailar contigo".

La banda sonó muy bien, se les ve cada vez más afiatados, no hay grandes solos, ni grandes demostraciones de virtuosismo -no porque no puedan, ya que tocar, tocan- (digamos que todos juegan para el equipo).

Si bien cada uno tiene su espacio para lucirse, la idea del grupo no es alardear cuanto tocan, sino agitar al público con su mezcla de rock, candombe, salsa e ainda mais.

En este rubro quedó en el debe la gente, que si bien apoyó con aplausos, no se colgó a bailar como de costumbre, (si viste a la banda en su ciclo de sábados en la Bodeguita del sur, lo entenderás)

Para el final, la muy buena versión de Azuquita pa´l café (sí, la de Casino!) infaltable en todos los toques de La Sonora, y todos contentos.

Acto seguido, marcó su presencia sobre el escenario La Banda de la luna azul, con una formación clásica -2 guitarras, bajo y batería- a la que le han agregado un percusionista, y en varios temas incorporan una cuerda de tambores.

Poco queda de aquella banda de blues ortodoxo que surgiera a principios de los noventa; las canciones nuevas tienen piques de candombe, con influencias del Kinto y del Totem, pero sin ser meras copias, todas tienen el toque personal del grupo.

Arrancaron con dos temas de rock and roll al palo, con la cuerda sobre el escenario, para luego volver a la formación clásica, con la que tocaron algunos temas de su segundo disco, "Lástima el Marabú" en los que todavía hay una clara base de blues.

Sendos covers de El Kinto y Mateo, como para dejar bien en claro sus influencias actuales; más uno de Hendrix, con un final de "Jingo" de Santana, en el que se lució toda la banda.

Cabe destacar el trabajo de su primera guitarra, poseedor de una muy buena técnica, y muy aplaudido por el público.

En definitiva, una buena propuesta la de este grupo, que con el paso del tiempo ha tomado una identidad propia buscando en las raíces del buen rock nacional y adaptándolas a su propio estilo.

Sobre el final, cabe destacar la comodidad del escenario, y la muy cuidada iluminación con la que cuenta la carpa, esa es una buena para la I.M.M.

Javier Bermúdez