Renzo Teflón, Computadoras acaloradas
15/2/2001
Llega el verano y las computadoras comienzan a funcionar bastante mal. Con frecuencia empiezan a dar mensajes de error y en muchos casos se pierde el sistema. Con los procesadores tipo 386 o 486 esto no sucedía. ¿porqué? En primer lugar, porque eran procesadores cuya arquitectura era bastante más simple que la de los Pentium (un 486 tenía aproximadamente 1.2 millones de transistores y el Pentium en sus primeras versiones ya andaba por encima de los 3 millones). Por otra parte, las velocidades de procesamiento también aumentaron de manera dramática desde unos pocos Mhz hasta velocidades superiores a los 500 Mhz.
Estos avances trajeron aparejado un significativo aumento de la temperatura de la CPU.
Los dispositivos de estado sólido por lo general está construidos para trabajar dentro de ciertos márgenes de temperatura y si el dispositivo está trabajando muy cerca de su límite máximo se quema. En el caso de las CPU trabajando cerca de su límite máximo bajan de forma drástica el rendimiento del ordenador, la máquina comienza a dar mensajes de error y generalmente el disco duro termina dañado de forma irreversible.
LA SOLUCION ES MÁS VIEJA QUE EL AGUJERO DEL MATE
Cuando aparecieron los transistores de potencia (y no olvidemos que la CPU es dicho pronto y mal, un montón de transistores) aparecieron los disipadores de aluminio y los thermistores que son unos dispositivos que interrumpen el trabajo del transistor cuando este alcanza determinada temperatura.
Más tarde llegó la grasa siliconada o thermal grease. Esta maravillosa invención es una grasa de color blanco que se aplica entre el transistor y el disipador y su función es favorecer el intercambio térmico entre ellos.
Cualquiera que haya visto un ordenador por dentro, notará que la CPU tiene montado encima un disipador de aluminio (generalmente pintado de negro) y encima de este un ventilador lo que nos dice que ese dispositivo necesita trabajar a la menor temperatura posible.
Aunque parezca increíble, en la mayoría de las máquinas que he visto buena parte de los técnicos que las ensamblan no aplican grasa siliconada entre el disipador y la CPU. Los resultados de esta omisión son catastróficos debido a que el dispositivo trabaja a temperaturas altas con todos los perjuicios que ello apareja.
Hace poco adquirí un procesador AMD K6 de 500 Mhz y en vez de perder el tiempo preguntando entré en el web site de AMD y me bajé el manual del procesador. Allí dice claramente que el dispositivo debe tener grasa siliconada y aún más, también recomienda instalar un ventilador auxiliar dentro del gabinete (en mi caso le instalé un ventilador de Power Supply cerca de la CPU).
La grasa siliconada se adquiere en la calle Rondeau por la módica suma de $39 y el pote alcanza para embardurnar una buena cantidad de CPUs.
Como verán, la solución es accesible y, de aplicarla, notarán un sensible incremento del rendimiento del ordenador.
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