Jorge Bonaldi, La música a vida y muerte
29/7/2007
La generación del 77 de la MPU trabajó de manera abundante con la murga y el candombe y no vienen a la memoria muchos nombres de artistas vinculados al tango. Uno de los cultores del género -sino el único- fue Jorge Bonaldi. Su canción tanguística o tanguez no sólo significó un aporte para su época sino que aún hoy sigue sonando íntegra y esperando que las nuevas generaciones la tomen como punto de partida para futuros desarrollos.
Claro que la labor artística de Bonaldi abarca un campo tan amplio, que se lo puede hallar formando parte del más notable grupo de música para niños de todos los tiempos (Canciones para no dormir la siesta), y de un mojón indiscutible de la canción popular como Los que iban cantando.
Un poco de cada cosa parece formar parte de este primer volumen de “Obra y Gracia” (Ediciones Ayuí): la historia de Canciones para no dormir la siesta sintetizada en el video de un reportaje realizado en el año 2006, algunas filmaciones del ciclo televisivo realizado por dicha agrupación en canal 10, y en lo musical, grabaciones en vivo donde pueden apreciarse los diferentes momentos creativos del autor.
"Obra y Gracia" es un proyecto tan ambicioso (5 volúmenes de CD/DVD o CD/VIDEO) que parece más preocupado en dejar un testimonio ordenado de una trayectoria artística, que en comercializar el producto mismo. En general, el interés comercial se codea con la recopilación antológica de un autor.
Exacto. Creo que a cierta altura -ya con 44 años de trabajo- se debe dar un ordenamiento al material y a partir del agrupamiento los proyectos nuevos surgirán más claros. Las actuales generaciones, si lo desean, podrán tener acceso simplificado al material partiendo del relanzamiento del mismo. Para muchos las canciones o propuestas serán novedad. Ojo: hay mucho más que música en el proyecto. No olvidar que los discos de imagen, además de las narraciones de mi peripecia personal como cantautor, se referirán al contexto que me ha rodeado en esos 44 años. En ese tiempo, la música popular de autor transitó por distintas etapas. El desentierro de las "HISTORIAS DE LA REPÚBLICA DE CONTIGUANIA" no debe ser subvalorado. El material tiene absoluta vigencia, dado que como sabemos, en Uruguay el tiempo tiene forma circular y la historia se repite casi de continuo, con ínfimos matices de variante. El material llegó a ser sumamente molesto y controversial en su día. Si bien fue emitido al aire, fue objetado desde altas esferas y finalmente fue sugerido su retiro invocando acuerdos previos de no politización de los contenidos. Esto produjo ásperas discusiones dentro de "Canciones Para No Dormir la Siesta", que me llevaron a quedar en minoría absoluta, ya que el grupo temía perder el trabajo en la televisión. El trabajo se perdió de todos modos porque el programa no funcionaba comercialmente y "Canciones..." se perdió la oportunidad de mantener su coherencia política que al fin de cuentas había llevado al grupo a la fama.
El primer volumen es una muestra de tu última etapa como creador, donde se evidencia un camino más ligado a sonoridades típicas de Los que iban cantando y un cierto abandono de la tanguez.
En el primer volumen se encuentran piezas como "Te quiero", "Mi canción de amor y desamor", "Por qué cantamos", "A la ciudad de Montevideo" o " Mi Buenos Aires Querido (de Gelman)" que son trabajos de inspiración tanguística. Las tres primeras tienen sonido orquestal con ejecutantes de primerísima línea. La versión personal de "A Don José" no tiene nada que ver con el experimento de "Los que Iban". El sonido experimental de éstos se encuentra en algunas piezas como "Canción para vagabundos", o las más recientes "PAíSITO", "AGUA BENDITA 2" y "VERÁS, VERÁS". Ésta última, compuesta bajo los efluvios del pacto del Club Naval, finalmente resultó premonitoria.
¿Fue esta etapa la más prolífica de tu carrera a pesar de no haber generado en la misma, clásicos como "Cicatriz de mi calle", "Tristecitas montevideanas" o "A la ciudad de Montevideo"?
La etapa más interesante de mi carrera se empezó a desenvolver luego de la primera disolución de "Los que iban Cantando", porque empecé a aplicar en diferentes contextos toda la experimentación sonora que habíamos generado. Habría que escuchar atentamente las ideas desarrolladas en "Los versos de la tía Paca", "Canciones dibujadas en los vidrios" o "La cajita de Mainumbé", material que suele siempre ser despreciado por los analistas, por tratarse de discos para niños. Hay más música en esos discos que en amplios sectores y tramos de la música para el público mayor. Las ideas sobre la canción tanguística siempre se mantuvieron, pero nunca las pude formular en público como yo quería, es decir orquestalmente y sólo forman parte del acervo de los discos.
Tu canción de esos primeros años se la etiquetó bajo el rótulo tanguez, en el entendido de que se trataba de un tango que a la vez no lo era tanto y que por lo mismo, tenía una cantidad de elementos nuevos. ¿Es correcto?
Tanguez es un término algo vago. Personalmente me parece más apropiado el término "canción tanguística". Es la fusión de la canción urbana montevideana con ciertos fraseos, aires y tímbricas propias de la música de tango. A esto se le debe agregar una cierta inflexión vocal característica. El afán simplificador llevó a mucha gente que tiene poca idea de lo que es el tango a creer que yo hacía tangos. La novedad de la "tanguez" justamente pasaba por esa peculiar fusión.
¿La palabra tanguez aparece por primera vez en la canción de Daniel Amaro o se venía utilizando desde antes?
Los primeros en utilizar la palabra "tanguez" fueron los de "Camerata". Hicieron un disco que se llamaba TANGUECES donde la vocalista es María Vidal.
Hay ahora un resurgimiento del tango pero mucho más ligado a la tradición. ¿Cómo se explica que las versiones en vivo que se incluyen en Obra y Gracia de "A la Ciudad…" y "De la ciudad" suenen más contemporáneas que gran parte del material que se está produciendo hoy día?
Se explica por el estancamiento, la falta de ideas, la falta de investigación y el retroceso general de la música. Darle a un joven un disco de "Bajo Fondo" y al mismo tiempo ocultarle la obra de Astor Piazzolla es sencillamente un crimen. De todas formas, las canciones compuestas por Piazzolla no fueron tan arriesgadas como "Tristecitas Montevideanas" o " "Mi canción de amor y desamor" que todavía podrían evidenciar un cierto vanguardismo. Astor era más bien clásico a la hora de componer canciones
Entre el 87 y el 2005 existe un gran período de tiempo sin canciones de Bonaldi para adultos, cosa que siempre explicás por tu decidido vuelco a la música para niños. ¿No había ya un agotamiento de la propuesta de Bonaldi en el 87, señales de un estancamiento creativo acaso atisbado que maduró un vuelco hacia ese otro tipo de canción?
Estuve 17 años sin trabajar con los adultos. Fue a raíz de un episodio concreto: en 1990 yo era el musicalizador de la murga "Falta y Resto" y estábamos haciendo un ensayo público en el club Paysandú con las instalaciones absolutamente repletas de público. Matizando las entradas de la murga, yo debía hacer una o dos intervenciones como solista. De pronto, mientras yo estaba cantando, un individuo se puso a vender lotería a viva voz. Esto me hizo reflexionar de una manera decisiva. "Si cuando yo estoy cantando alguien está vendiendo lotería, es que algo en este país está cambiando para mal". Desde ese momento opté por dar un paso al costado y me dediqué a observar el proceso de la canción popular. Escribiendo, opinando pero trabajando exclusivamente con niños.
¿Cuándo aparece el interés por la música en tu vida?
Desde siempre. Mi abuelo tocaba el violín en la habitación contigua y yo me esforzaba por escucharlo desde los barrotes de mi camita al punto que una vez caí de cabeza por asomarme demasiado. A partir de ese instante creo que la música empezó a ser para mí un asunto de vida y muerte.
¿La familia contribuyó al desarrollo de esa vocación?
Mi tía Esther y mi madre me llevaban a los conciertos de música clásica. Mi padre escuchaba el SODRE los domingos, por lo que me empecé a familiarizar con la ópera. La primeras canciones de que tengo noción son el pasodoble "El relicario" y la canción "A matinata" de Leoncavallo. Esta última es una canción de gran complejidad, que yo, con 4, reproducía a la perfección. Inmediatamente vino Gardel a través de la radio. También Magaldi y Corsini.
En los años 60's formaste parte de algunos conjuntos de rock y en un punto se produjo un quiebre que muy pocos músicos de aquellos años se atrevieron a producir. ¿Por qué la idea que convocó el cambio tuvo más peso que lo específicamente musical?
Está en mi esencia el opinar. Forma parte de una generación de músicos que se jugaron la ropa opinando. Es imposible opinar correctamente acerca del entorno utilizando una única herramienta de origen extranjero. No estoy interesado en esas formas de esquizofrenia social.
Leonardo Scampini