PSIGLO 74
A comienzos de 1974 Luis Cesio abandona el grupo. Se junta con el fenomenal baterista José Luis Pérez para continuar sus proyectos con el grupo Ceibo. Exactamente el día 16 de marzo, Luis ve del otro lado del mostrador a la banda que había sido un pedazote enorme de su vida en los últimos cuatro años. Los más atentos se dan cuenta: en la guitarra no está Cesio sino el propio Cesar Rechac y, tocando el bajo, un joven prácticamente desconocido. Este muchachito alto y de larga y lacia cabellera -a quien le faltan aun diez días para cumplir diecinueve años-, es Gustavo "Mamut" Muñoz.
MAMUT: No sé si me conocieron en la grabación de Jesús Figueroa o en otra oportunidad. La cosa es que habían tenido problemas con Cesio y me fueron a hablar a mí para tocar el bajo con ellos. Las cuestiones que habían tenido en realidad no me interesaban, a mí sólo me interesaba tocar música. Acepté enseguida. Tuve que encarar y aprenderme todos los temas en menos de una semana. Estuve dos noches sin dormir. No sólo eran los temas viejos más conocidos sino que estaban los temas nuevos que tenían una diferencia muy grande. Ya no era un formato de canción sino piezas que duraban más de diez minutos.
Efectivamente, a través de las inquietudes de Rechac y Farrugia y bajo la notoria influencia del rock sinfónico, Psiglo ha comenzado a experimentar con composiciones e interpretaciones más complejas. De hecho, Mamut se encuentra como pez en el agua con esta nueva onda.
MAMUT: Hasta el día de hoy me sigue gustando el blues, lo sigo tocando, pero en aquel momento ya estaba podrido de tocar siempre los mismos tres acordes. Conocí al flaco José Luis Pérez y a Macadar. Cuando los oí tocar dije "¡tá, es eso!". Me decidí a estudiar y estudié con Macadar en Nemus. En ese mismo momento es que empiezo a escuchar jazz y los grupos ingleses. Empecé a escuchar a Yes, Emerson, Lake & Palmer, Pink Floyd, Sound Machine y otros grupos más no tan conocidos. Entonces empecé a ver que el bajo tenía otro rol protagónico, otro sonido, otra historia. A mí me gustaba mucho escuchar a Yes, y a los de Psiglo también. Toda la parte instrumental, de experimentar con sonidos, con la música de dejarte tocar. Con ellos podías experimentar la música que estabas estudiando. Sobre todo con Gonzalo Farrugia y Cesar Rechac, que era con los tipos que yo me ligaba más musicalmente y en amistad. Fue muy arriesgado el cambio. En los bailes, cuando tocábamos los temas nuevos, la gente se quedaba quieta. Vos, si querés, podés bailar cualquier cosa, pero eran temas especialmente para escuchar.
El domingo 7 de abril de 1974 se llena el Palacio Peñarol con motivo de un "festival-baile" denominado Desafío (del Río de la Plata), que cuenta con la presencia de Hojas, Las Sandías, Moby Dick y el desafío entre dos colosos musicales más representativos del Movimiento de música de Rock rioplatense: por la República Argentina: "Billy Bond y La Pesada del Rock and Roll" y por el Uruguay: "Psiglo".
MAMUT: En el Desafío vino Charly García como tecladista de Billy Bond. Y resultó que se lo llevaron preso de arriba del escenario. No se que pasó, pero hubo terrible mala onda con los tipos. Era una injusticia y no podíamos quedarnos ahí tranquilos. Estuvimos recorriendo lugares y averiguando donde se lo habían llevado. Cuando lo largaron fuimos con él a un bar a acompañarlo y a tratar de achicar un poco. Ahí lo conocimos. El Charly siempre dice: "yo no sé qué pasa, pero cada vez que vengo a Uruguay me llevan preso". Esa fue la primera vez. [risas]. Después, cada vez que venía salíamos juntos. La verdad es que era terrible tipo, super simple y todo bien. Venía a casa a escuchar música y salíamos juntos.
Pero a pesar de estos mega-festivales que con tanto éxito organiza López Domínguez, las posibilidades de trabajo para los grupos del movimiento de rock uruguayo se vienen a pique. Ni siquiera Psiglo se escapa de esta realidad.
MAMUT: Ya en época de dictadura pasaba de todo. Una vuelta fuimos a tocar a un lugar del interior y cuando llegamos no había nadie y nos sorprendimos mucho porque a todos los lugares que íbamos estaba al mango de gente. De repente nos dimos cuenta de que sólo había una mesa grande con varias personas y resultó que eran todos los comisarios del pueblo. Nunca supimos que había pasado pero tuvimos que tocar igual.
MELOGNO: A nosotros nos esperaba la policía después de los conciertos o de algunos bailes. Un día salimos del Sud América de tocar y cuando la camioneta da la vuelta nos estaba esperando la policía. Se encendieron todas las luces y le gritamos a Nestor Scorza que manejaba "¡Pará, pará, que nos matan!". Nos tiraron al suelo y nos pusieron la pata en la cabeza y nosotros nos apretabamos los bolsillos para que no nos metieran droga adentro. A mi mujer se la llevaron encapuchada varias veces para hacerle preguntas. . . Yo me cagué una vez que iba en mi moto por Bulevar Artigas y adelante mío iba una chanchita. Resulta que la chanchita va y pincha. Y no la podía pasar porque venían coches y coches. Quedé ahí trancado casi pegado a la chanchita. Se bajan todos los milicos rápido, y de repente se baja el capitán, me mira, me mira y pensé para mí "Ta, marché". Y el tipo me dice "que tal Ruben". Resulta que el capitán me conocía de Psiglo.
HEBER OTTONELLO: Ya estábamos en dictadura y Psiglo tocaba en un baile del Parque Hotel. Entonces aparecieron los de la JUP y resulta que uno de los "jupos", que andaba armado, venía a buscar a uno de los utileros de Psiglo para limpiarlo. No sabíamos como sacarlo. Si salía lo limpiaban. Así nomás. Y entonces me avivé. El bajista César se había hecho un caja con un parlante de dieciocho y dos de quince, pelotuda caja. Entonces la desarmamos, lo metimos a este loco adentro y lo sacamos del Parque Hotel en las propias narices de los jupos. Salimos cargando el bafle con el pinta adentro. Y mirá que hay mil historias como ésa.
MELOGNO: Creo que ninguno de nosotros era comunista, pero nos contrataba el Partido Comunista para tocar. Y entonces, para algunos sectores empezó a ser problemático o comprometido contratar a Psiglo pues nos identificaban con los comunistas. Aparte, el caché que pedíamos era muy alto. Nos terminamos metiendo en una historia que al final sólo nos contrataban los comunistas. La cosa empezó a mermar y empezaron los problemas dentro del grupo. En la casa de Gil 1038 se empezó a juntar mucha gente, entonces para mí, y creo que para algunos más del grupo también, la situación se volvió un poco insoportable. No había intimidad para ensayar y eso no sirve, no es beneficioso para el grupo. Había tanta gente que los ensayos terminaban siendo actuaciones. Empezaron los problemas políticos exteriores, los problemas económicos y los problemas sentimentales y de convivencia. Todo eso hizo un coctail, macho, que la tensión se fue al carajo, no se podía aguantar. Ahí empezamos a sufrir todo eso en carne propia. Pasamos de no sufrir nada a sufrir todo junto. No hubo un proceso, eran muy rápidas las etapas. Claro, toda aquella locura, que había sido tan beneficiosa, ahora, en el momento en que todo se empezó a complicar, se tornó contraproducente.
FARRUGIA: En el 74 claramente empezamos a trabajar menos. Una medida objetiva es que nos empezamos a atrasar con el alquiler de la calle Gil y nos cortaron la luz. Se empezó a ir al carajo todo esto. Empezó una época negra de la cual nosotros huimos despavoridos. El paso lógico era tratar de conquistar Buenos Aires y si había que pasar un poco de hambre no importaba.
Psiglo se va para Buenos Aires. Allí dan un recital el 20 de julio (seguimos en el 74), en el teatro de la Asociación Cristiana de Jóvenes (que es el lugar que han conseguido para ensayar) y completan la grabación de su segundo larga duración. Como no podía ser de otra manera, profundizan cierta amistad con "colegas" de la vecina orilla como Charly García, Nito Mestre, León Gieco y la gente de Arco Iris.
MAMUT: La pálida que había acá ya no se aguantaba más. Para mí, viajar era una aventura, tenía diecinueve años y no tenía compromisos. Sólo tenía ganas de tocar y de salir por el mundo a ver cómo era la historia. Pero en el grupo como que la cosa no estaba nada clara, habían serias diferencias de en cuanto a como encarar el futuro, que rumbo tomar. A veces nos reuníamos con la gente de Arco Iris y de Los Jaivas. Arco Iris tenía la idea de hacer un sello latinoamericano y entramos a conversar de eso los cuatro grupos. El cuarto grupo era Polen, de Perú. Pero ellos tenían una especie de guía espiritual, onda gurú. Resultó entonces que nos estaban como investigando para ver si fumabas, consumías algo o tomabas alcohol y cosas de esas. Tenías que ser terrible prolijo y convertirte a la onda de ellos. Y nosotros no es que estuviéramos en una o en otra, simplemente éramos músicos y eso quedó en la nada. Terminamos de grabar el disco y se me acabó la guita. Además, justo se murió Perón, se armó un quilombo y me volví.
Los proyectos de los distintos integrantes de Psiglo parecen diverger. Farrugia quiere transformar musicalmente a la banda e insiste en que deben jugársela a la competencia en Argentina. Mientras él se radica de hecho en Buenos Aires, el resto de sus compañeros vuelve a Montevideo. Farrugia vuelve en setiembre para preparar el concierto anual que Psiglo da en el Solís el 15 de ese mes y que se repite unos días después en el Teatro Macció de la ciudad de San José.
Como adelanto del segundo elepé del grupo se edita un simple con 'Construir, destruir' y un nuevo arreglo de 'Cambiarás al hombre', tema de Jesús Figueroa con el que Psiglo abre todas sus presentaciones. Con respecto al disco grande, el sello Clave ha sido advertido por las autoridades de que la edición sería completamente secuestrada en caso de ponerse a la venta. Como consecuencia, este segundo elepé se edita recién en 1981, aunque parcialmente censurado pues no se incluye una muy bonita balada de Daniel Amaro titulada 'Héroe de papel', que el grupo incluía en su repertorio y que iba a ser el segundo surco del lado A.
Certificaron que nació / en un rectángulo de papel / un día / Anotaron que cumplió / con cierta patria y cierto honor / un día / Y como hongos amarillentos / los papeles se hicieron cientos en un cajón. / Las cuotas del televisor / entre las fotos de comunión / y la carta que ella dejó / cuando el dinero se terminó / Certificaron que ella se fue / en un tribunal de papel / un día / Y la calle lo recogió / cuando la fábrica cerró / un día / Y ya en la calle le sube un grito / desde el fondo de su enorme insatisfacción / Y como el llanto no agotó / toda la rabia, todo el dolor / Del hartazgo entró a la acción / por un destino que / Lo acusaron de traición / a cierta patria y cierto honor / un día / Ocultaron que luchó / por su clase y por su honor / en su vida. ('Héroe de papel' Daniel Amaro).
Destruir / la insolente virtud / de condenar / la verdad que tu buscas / Construir / la sana intención / de madurar / madurar la consciencia / Destruir / los muros que bloquean tu ser / que forman siempre / las fronteras mentales. / Construir / los fuertes cimientos / de mil y una / generaciones libres / Destruir / la indolente estrechez / de marginar / marginar la razón. / Construir / la suprema justicia / para lograr / para lograr la propuesta. / Hay que buscar el camino para vencer / Hay que formar la consciencia para humanizar / Hay que llegar al final a la superación / Ver lo mejor del hombre / vivir por todos los hombres / Destruir / la insistente ignorancia / que abunda hoy / que abunda en masa. / Construir / una cultura sólida / para nunca jamás / volvernos máquinas / Destruir / los disfraces internos / que distorsionan / el motivo de ser. / Construir / la ideación de proponernos ser / para llegar, para llegar a ser / Destruir / concesiones morales / Destruir / los intereses creados / Construir / las armas mentales / para defender / los derechos humanos. ('Construir, destruir' C. Rechac, R. Melogno, J. García).
Los últimos suspiros de Psiglo en nuestro país se dan con Charlie Oviedo en el bajo en lugar de Mamut y con Hermes Calabria en la batería en lugar de Farrugia.
LA EMIGRACIÓN
la emigración (comienzos de 1975) Para comienzos de 1975, diversos factores (dictadura incluida) han convergido para provocar el derrumbe completo del fervoroso movimiento de rock uruguayo de los primeros años setenta. El representante de Ana Belén contrata a Psiglo para radicarse en España. Es el último empujoncito que necesitan, aunque ocurre un inconveniente de último momento: Hermes Calabria se enferma de hepatitis. La recomposición de la banda la hacen permutando roles: Charlie Oviedo pasa a tocar la batería, Rechac vuelve al bajo y la guitarra queda en manos de Freddy Ramos, al que acaban de convencer para viajar.
FREDDY RAMOS: Con toda la cuestión de los disturbios sociopolíticos del momento empezaron a caer cantidad de compañeros de Facultad presos o desaparecidos. Entonces me vinieron muchas ganas de irme. Ocurre que Psiglo se iba para España contratados por una cadena de hoteles y me ofrecen viajar con ellos. Y nos fuimos. Me acuerdo que hicimos una actuación que mató en la Feria Internacional del Campo, en mayo de 1975 en Madrid.
Pero España está en época de pleno auge de los cantautores y la propuesta de rock progresivo del grupo no prospera. De todos modos, juntos o por separado, los muchachos continúan en la música. Acompañan a Paloma San Basilio, a Moris, a Los Marismeños, y se integran al profundo espíritu del flamenco. Luego, integran nuevas bandas de rock y son codiciados como músicos de sesión. Hermes Calabria se constituye en uno de los fundadores de Barón Rojo, banda heavy española que trasciende fronteras. Hermes y Ruben Melogno crean Rockservatorio, la primera academia de músicos de rock de España. Jorge García compone música para yingles y para películas. Freddy Ramos viaja a Estados Unidos en donde hoy es considerado un músico de jerarquía internacional.
Gonzalo Farrugia se había quedado en Argentina, pero no por ello menos quieto. Pasa a ser el baterista de Crucis, banda argentina destinada a convertirse en uno de los puntos más destacados del rock progresivo (sinfónico) del continente. La formación de Crucis se completa con Pino Marrone (guitarras), Gustavo Montesano (bajo y voz) y Aníbal Kerpel (teclados). (En la década del 90 Aníbal Kerpel funda junto a Guatavo Santaolalla la productora SurCo. que desde Los Angeles se dedica a producir discos de bandas como Café Tacuba, Molotov y Peyote Asesino entre muchos otros). En 1977 Crucis llena el Luna Park y es elegido "el grupo del año" por parte de la revista Pelo. Ese mismo año, la crítica especializada es unánime en reconocer los tres mejores discos del año en Argentina: Los Delirios del Mariscal (segundo de Crucis), Películas (segundo de Charly García con La Máquina de Hacer Pájaros) y Los Elementales de Arco Iris (con el uruguayo José Luis Pérez en batería). En 1978 Farrugia viaja a Estados Unidos y luego a México en donde reside durante casi 20 años. Desde 1998 está de vuelta en nuestro país.
Fernando Peláez
*A modo de adelanto de su libro "De la cuevas . . . al Solís" (El rock en el Uruguay 1960–1975), Fernando Peláez Bruno nos entrega un resumen detallado sobre la trayectoria de una de las bandas más populares e influyentes de nuestro país: PSIGLO