20 años de un estilo

Podrás pensar que son unos eternos inmaduros o unos cómicos geniales. Podrás decir que son súper talentosos o hiper guarangos. Te podrán resultar mega divertidos o re boludos. Pero no podés dejar de reconocer que los tipos tienen un estilo, que tienen una marca registrada, que la patentaron hace más de veinte años, y que a esta altura ya es un clásico uruguayo.

Letras bizarras, a veces irónicas, a veces sarcásticas, siempre cómicas e ingeniosas; son la base de ese humor que tanto define al estilo "cuartetero" y que por momentos es desopilante.

Ese humor, sumado a géneros musicales bien diversos, y a sus particulares shows -que merecen un capítulo aparte- le han permitido construir un perfil propio.

Perfil que les ha valido varios discos de oro y platino, varios intentos de censura, y varias generaciones de público: más elitista en la época de Soy una arveja, o más masivo en la etapa de Otra navidad en las trincheras, pero siempre presente.

Decíamos que los shows merecen un capítulo aparte porque van más allá de lo musical: porque además de la interacción con el público y de la improvisación, hay un despliegue -por momentos guionado, pero por momentos no- de ocurrencias, de delirios y de disparates varios, que siguen siendo lo más divertido de cada espectáculo.

Porque ya sea presentando un disco, celebrando la noche de brujas, o el día de la madre, estos oriundos de Ciudad del Tajo, que promedian los 40 años y que ya no aparecen disfrazados de viejas o de quinceañeras, que ya no usen medias can can ni papel de aluminio; mantienen el desprejuicio, el desparpajo y logran seguir sorprendiendo.

Así lo hicieron nuevamente Roberto Musso (voces y guitarra), Santiago Tavella (voces y bajo), Riky Musso (voces y guitarra) y Álvaro Pintos (batería y voces), el pasado 6 de abril en la Sala Zitarrosa.

Según los comunicados de prensa el concierto empezaba las 21:30hs. A esa hora llegamos, pero sorpresivamente, el Cuarteto estaba sobre el escenario desde las 21. Para nosotros entonces (y por ende para este comentario) el recital comenzó 30 minutos pasadas las 9, con divertidas interpretaciones de "Money" y "Grapa con limón".

Después sonaron muchos temas, los más aplaudidos quizá: los clásicos "Me agarré el pitito con el cierre", "Sólo un rumor", "Soy un capón" y el corte de difusión de Cortamambo: "No somos latinos". Pero también se hicieron presentes otros como "Manfreddi", "Eres una chica muy bonita" y"Nuevamente". En fin, un montón de canciones que significaron una recorrida musical por sus nueve discos y que el público coreó y festejó alegremente.

"El día que Artigas se emborrachó" marcó el final y después vinieron los bisses. Tres retornos al escenario pidieron los aplausos del público. Y en esas vueltas se escucharon entre otros: "Sólo soy un polaco enamorado" y "Bo cartero".

El único detalle fue el sonido demasiado alto de los instrumentos que por momentos opacó las voces.

Salvando ese detalle, fue un toque realmente disfrutable: un auditorio participativo y aplaudidor, cuatro músicos que además son showmen que manejan muy bien los ritmos de un espectáculo, y canciones de todas las épocas para cantar y reír.

Analía Camargo