"Esquizofrenicorocanrroloide tecnoctrópico-infantodemencial" así lo definen, quienes integran El club de Tobi. Y esta definición, además de hablar de sonidos distintos y facetas diversas, permite inferir otras características de este cuarteto de cuerdas tan particular: humor, ingenio y sobre todo, búsqueda de lo diferente, intención deliberada de innovar, procurando encontrar, pese a todo, cuál es el rol del artista hoy, en una aldea como el Uruguay.
Los instrumentos: tres violines y un cello.
Los músicos: varoncitos todos.
El resultado: una propuesta de pique, novedosa, creativa. Un cuarteto de cuerdas que, en lugar de tocar a Mozart o a Beethoven recorre géneros como el heavy metal y el rock and roll, la milonga, el funk y la canción popular, el blues, el techno y el jazz y hasta bandas sonoras de dibujos animados.
Zitarrosa, Fabulosos, Led Zeppelin, Marley, Redondos... interpretados por violines... nunca instrumentos tan clásicos, sonaron tan alternativos.
El master en el tema informática, el técnico, el que llega 3 horas tarde a los ensayos, pero trayendo cosas maravillosas que hacen que inmediatamente desaparezca la bronca y el mal humor de sus colegas, ese es Fernando (Luzardo) que, curiosamente, es el primero en llegar, munido de una especie de reseña histórica del grupo.
La última incorporación del grupo es Bruno (Masci). Es al que le cambió, más que la vida, el metabolismo estar con los Tobi, porque ahora, además de no estudiar más escalas, duerme de día. Es el más joven, y es, como dijeran sus compañeros: "el guachito", "el bombonsito", "al que las mujeres le gritan cosas", y el que destronó, en ese sentido, a Mario (Gulla) que "e'ator", hace performances escénicas, y antes que llegara "el guachito" era "el sesimbol" de la banda. Mario además es uno de los socios fundadores del Club.
El otro legendario es Fernando (Rosa) el más rocanrolero de todos, el que rompe varios arcos por toque, intentando hacer con el violín efectos como el acople de una guitarra eléctrica y el que tiene, por lejos, el récord de mejores chistes.
Con los 4, con El club de Tobi conversó - o por lo menos hizo el intento - www.deluruguay.net
- ¿Cuándo empezaron? Son de la escuela de música ¿verdad?
- Mario: Sí, menos yo todos. Karina tampoco era. Pero nos juntamos este individuo (Fernando Rosa) y yo. Tocábamos todos en la Orquesta Sinfónica Juvenil
- Fernando R.: Nos conocimos ahí en la Sinfónica Juvenil y bueno... básicamente yendo a tomar una después de los conciertos, empezamos a encontrar afinidades musicales y a ver que lo que nos gustaba en realidad era el rock and roll y que bueno, no sé, se podía hacer una cosa así. Nos juntábamos en la plaza y empezábamos a tocar: mirá ¿conocés esta de los Redondos?, pero en la nuestra ¿no? y la gente se paraba y se quedaba mirando y después otro pasaba y se quedaba mirando y dijimos esto...
- Mario: Hasta puede llegar a gustarle a alguien que no sea a nosotros (risas)
- Fernando R.: Después se unió Karina en el cello y básicamente tocábamos en la calle, en la peatonal pasando el sombrero. Y después arrancamos a tocar en un boliche y empezamos a hacer toda una movida, desde hace, no sé, 4 años que estamos, hemos tocado en cantidad de boliches y en piques raros... teatros
- Mario: Exposiciones, programas de radio
- Fernando R.: Liceos, facultades: este año por ejemplo ha sido el año que más tocamos, el otro día conté, no sé, como 40 toques en la agenda. Sobre todo dimos una movida grande tocando en casi todas las facultades. Primero arrancamos con bienestar universitario que nos llevaba en una camioneta con amplificación a distintos centros; luego la universidad... vos sabés... y tá, seguimos yendo por la nuestra a las facultades a apoyar la huelga y las ocupaciones
- Fernando L.: Aparte de esto tenemos movidas en boliches: Barbacana, Mohebius, Camaleón
- Fernando R.: Por ahora fijo lo que tenemos es los jueves en el Shannon y los domingos en el Capiloncho y está bueno tener un lugar fijo, tener un lugar en el que la gente sepa que te puede ir a ver, o sea nosotros por ejemplo las primeras 3, 4 veces que tocamos en el Capiloncho iban 10, 15 personas. En el primer toque de este año ¿cuántas personas habrían? mi vieja, mi hermana, tu novia (risas)
- Mario: La mía.
- Fernando R.: La novia de Mario. Los contábamos con los dedos. El segundo jueves ya había más gente y el tercer jueves no se podía entrar. El cuarto jueves el bolichero nos echó (risas)
- Mario: Nos echó indirectamente.
- Fernando R.: Sí, nos hizo darnos cuenta que nos quedaba chico.
- Fernando L.: ¡Uy! en Milenio, nos olvidamos del toque de Milenio.
- Bruno: Technotobi.
- Fernando L.: Armamos un paquete technotrónico, ultraproducido... En la computadora armamos todas unas bases cibernéticas y arriba tocamos con los instrumentos amplificados con efectos, o sea con distorsión, chorus, delaite y armamos todo un clima y funcionó bastante bien...
- Mario: Sí, les encantó, fue como un travestismo que hicimos (risas), nunca habíamos tocado eso pero nos divirtió mucho hacerlo
- Mario: Tenemos distintas personalidades... (risas).
- Son ezquizofrénicos.
- Fernando L. (leyendo la reseña biográfica): Esquizofrenicorrocanroloide tecnotrópico-infantodemencial (risas).
- Fernando R.: Si vos ves lo que es la diversidad del repertorio, le podemos entrar a públicos muy diferentes: vienen yo qué sé, gente mayor... que son músicos... músicos conocidos del ambiente...
- Mario y Bruno a coro: ¡¡¡Sííííí!!!
- Fernando L.: No vamo'a dar nombres...
- Fernando R.: Y vienen y se toman unas copas y dicen "¡esto es lo más fantástico que he escuchado en mi vida!".
- Mario: Pero primero se tienen que tomar unas copas (risas).
- Fernando R.: Hemos tocado en el cumpleaños de mi sobrino para niños chicos y hemos tocado en el cumpleaños de una señora de 90 años: la señora había tenido un novio que era violinista del SODRE en la década del 40 y nunca se olvidó, esos amores que... viste como es (risas), nunca te enamores de un violinista... y el nieto de ella que es amigo mío, nos contrató para ese pique, entonces de 1 a 90 años le podemos entrar.
- ¿Y cómo funciona?: uno trae el tema y dice vamos a hacer una versión de esta canción, ¿cómo es eso de hacer covers de temas que tienen letra, pero sólo con instrumentos y con instrumentos tan atípicos como éstos?
- Fernando R.: Mirá yo tengo la dirección técnica y digo vamos a tocar este tema y este y este y vengo y les traigo las partituras y digo tocá esto, ¡pero no, así no, tocá bien! (risas).
- Fernando L.: Con los temas es así: si alguno no lo conoce primero lo escuchamos bien, fundamental, y después hay algunos parámetros básicos de arreglos que tenemos...
- Fernando R.: Roles dentro del grupo, por ejemplo Mario es el cantante o sea Mario agarra el violín y toca la melodía; los dos Fernandos hacemos de alguna manera las guitarras, lo que es la parte rítmica y armónica; a mí me tocan las partes de batería: yo agarro el violín le pego con el arco, con la mano... y Bruno es el bajista.
- Fernando L.: Aunque igual a veces en el arreglo todos aportamos.
- Fernando R.: Básicamente todos, más o menos, tocamos guitarra y esa es una cosa que se nota en el toque y en el encare "guitarrístico". Nosotros decíamos el otro día que El club de Tobi era atípico totalmente de lo que es lo común acá en Uruguay, precisamente porque nadie canta y porque tampoco hay guitarras.
- Fernando L.: Aparte es muy difícil - esto hay que decirlo - lo que hacen Fernando y Mario que es cantar y tocar el violín a la vez, es muy difícil, yo no puedo hacerlo.
- Bruno: Yo tampoco.
- Mario: Y nosotros tampoco (risas).
- Fernando L.: Aparte lo que decía el Nando: cada uno sabe más o menos los acordes y nos distribuimos las notas del acorde entre los que estamos, vemos.
- Mario: Es una forma de trabajo no ortodoxa.
- Fernando R.: Lo de las partituras era justamente chiste, no hay partituras.
- Mario: A veces sí, alguna que otra vez sí.
- Fernando R.: Algunas veces sí, yo que sé, los acordes del tema de Mateo lo sacamos del cancionero, pero eso no es tener una partitura en el sentido clásico de un cuarteto de cuerdas.
- Fernando L.: Lo que tiene el método de trabajo con partitura es que primero: dificulta el llevar el atril: sería muy incómodo en muchos toques; segundo perderíamos el swing, porque el swing de leer no tiene nada que ver a tocar de memoria, o sea te da movilidad, vos podés hacer show en el escenario; además decía Brisi el violinista que es profesor nuestro, que está comprobado que uno cuando está leyendo y tocando está estimulando una parte del cerebro que es distinta, o sea está laburando con otra parte del cerebro que cuando toca de memoria. Muchos clásicos vos les sacás una partitura y no existen y muchos músicos populares vos les ponés una partitura y no existen .
- Mario: Por eso nosotros estamos pensando en abrir una academia (risas) .
- Fernando R.: De deformación musical (risas).
Sobre las partituras, en una época, por ejemplo, tocábamos con dos cellistas que eran Martina y Karina
- Fernando L.: Una en Alemania y otra en Francia.
- Fernando R.: Ahí está, como todo joven, valor uruguayo, emigra.
- Mario: Todos los que tocan con nosotros después... (risas).
- Fernando R.: ¡Todo lo que sabe lo aprendió de nosotros y ahora va a hacer fama a "Uropa"! (risas).
Karina es una cellista excelente, que toca de muy chiquita y toca en la Filarmónica y está acostumbrada a ese método de trabajo así, que le traen la partitura y toca, y en un primer momento nos funcionaba. Martina por ejemplo ni ensayaba con nosotros: le llevábamos las partituras al boliche y onda tocá ¿y esto cómo es? Es así mirá: esto repite dos veces y después esto, y así tocaba y tocaba bárbaro, y la gente pensaba que era show lo de repetí esto...
- Hay un cuarteto, no sé si conocen, que se llama La Otra...
- Mario: Sí, de Lea Benssasón.
- Bien. Cuando los vi fue lo primero que asocié, porque si bien tienen cosas en común: también son un cuarteto, son uruguayas, tienen una propuesta bastante novedosa; son la antítesis de ustedes en algún aspecto...
- Fernando R.: No ellas nos copian a nosotros, porque ellas son un cuarteto de cuerdas también, pero de cuerdas vocales (risas).
- Ellas decían que el hecho de tener la voz como único instrumento tiene sus dificultades, para ustedes es al revés porque prácticamente no utilizan la voz ¿qué desventaja tiene eso?
- Fernando R.: Sí utilizamos la voz.
- Fernando L.: Interjecciones varias.
- Fernando R.: Sonido cultural en cosas como ¡Auk!
- Mario: No, pero desventaja ninguna, quizá para el público que está acostumbrado o quiere...
- Fernando R.: Claro el público está acostumbrado a una cosa y le llama la atención esto y nos dicen "ustedes tendrían que cantar", y nosotros decimos no por qué y después otra cosa que nos dicen no sé, 5 veces por toque "ustedes tendrían que tener un percusionista"... básicamente son percusionistas los que nos dicen eso (risas).
- Mario: Ahí pierde la esencia de lo que es un cuarteto de cuerdas, porque hagamos lo que hagamos somos un cuarteto de cuerdas.
- Fernando R.: Además también cantamos algunos coros.
- Mario: ¡Ah eso!, yo quiero un micrófono.
- Fernando R.: Conseguite uno.
- Mario: Pará, ponemos stop acá (risas)
- Fernando R. (con voz onda Crónica TV): Mario plantea sus reivindicaciones, Mario quiere un micrófono, él quiere cantar también.
- Fernando L.: El canta también, aparte hace performances escénicas que son de él y le dejamos el espacio.
- Fernando R.: Porque Mario "e'ator" (risas).
Lo que te decía de los coros: nosotros nos hemos visto obligados a cantar, por ejemplo cuando tocamos La gran bestia pop ¿no?, la gente está viendo al club de Tobi y canta "vamo, vamo los redondos" ¡qué redondos!, estás escuchando al club de Tobi, entonces nosotros cantamos "vamo, vamo el club de Tobi".
Y después una cosa que yo hago habitualmente es apoyar estribillos o coros de algunas partes, ellos me dicen que no lo haga pero bueno...
- Mario: Porque cantás y te olvidás de que estás tocando (risas).
- Fernando L.: Como dije es muy difícil hacer las dos cosas.
- Fernando R.: Lo que pasa es que si cantás y tocás el violín... el violín vos sabés que no tiene trastes, la afinación depende de... la suerte (risas).
- Fernando L.: Ahora nos enteramos cuál es su método.
-Fernando R.: Sí vos metés el dedo y si cayó bien, bien.
- Mario: Con razón... (risas).
- Recién hablabas de los Redondos, también hacen temas de Marley, de los Fabulosos, de Zitarrosa, ¿ siempre versiones, o tienen algún tema de ustedes?
- Mario: Tenemos, pero ahí, como en lo under, están por salir siempre, hasta que nos decidamos a mostrarlas y darle una forma... decente... antes tocábamos un tema mío... pero nunca nos terminó de convencer.
- Fernando R.: Sí, tocábamos un par de temas nuestros pero...
-Mario: Pero en cualquier momento los vamos a sorprender.
- Fernando R.: No sé porque no tocamos música nuestra... te decía la gente cuando nos ve, nos comenta muchas cosas: hay veces que nosotros bajamos quemados onda qué mal que salió y viene la gente y dice "bo loco buenísimo". Yo qué sé, el medidor es la gente, yo toco mirando a la gente y te das cuenta si está andando o si la gente se está durmiendo o si la gente te dice... no toquen más, que vengan Los Fatales. No sé, la gente nos la tira para adelante y los que son músicos que nos van a ver, son los que nos dan opiniones más críticas y básicamente lo que nos dicen siempre esa "loco ustedes tienen que tocar música propia, tá todo bien con tocar esto, esto y lo otro, pero ustedes tienen que tocar música propia" y nosotros le decimos sí (risas) pero no lo hacemos.
- Hoy decías que en esencia son un cuarteto de cuerdas, si tuvieran que decir "El club de Tobi no es..."
- Fernando R.: No somos un cuarteto de cuerdas tradicional.
- Mario: Ni una banda de rock tradicional. Y tampoco copiamos ningún modelo, porque nosotros nos pusimos a tocar esto cuando no sabíamos de la existencia de Apocalíptica, y después los vimos aparecer y dijimos mirá...
- Fernando R.: Cuando salió el primer disco de Apocalíptica nosotros ya tocábamos Smoke on the waters, por ejemplo, que es un clásico del heavy metal, que es un tema que tiene 30 años de antigüedad.
- Mario: Como nosotros (risas).
- Fernando R.: Tocamos música antigua (risas). No nos colgamos tanto con Metlallica como estos tipos, está bien, está buenísimo lo que hacen, pero la gente dice: ustedes le copian a Apocalíptica, y yo que sé, nosotros cuando escuchamos a Apocalíptica llevábamos dos años haciendo esto...
- Mario: Fue una infeliz coincidencia desde nuestro lugar en el cono sur under.
- Fernando R.: Pero bueno en todo caso nos tiró para adelante a largarnos a hacer algo más fuera de lo normal, o sea, nosotros de última siempre estuvimos atados a ser un cuarteto de cuerdas, a tocar dentro de esos parámetros; luego dijimos no somos tampoco un cuarteto de cuerdas ¿no?, porque si vamos a tocar en una buena sala de conciertos bien, tocamos así como somos, pero si vamos a tocar en un boliche, lleno de gente, tomando, brindando, aplaudiendo no se escucha nada, tenemos que tocar eléctrico; el primer paso fue ser un cuarteto eléctrico.
- ¿Y el nombre?
- Mario: El nombre viene... ¿te acordás?, ¿vos qué edad tenés?
- Tengo 23 pero no me acuerdo (risas). Lo único que vinculo es cuando Figares en la radio hacía algún chiste o algún comentario "entre hombres" hablaba del club de Tobi...
- Mario: Ahí esta, pero en realidad esa no es la esencia, me encanta igual porque no saben por qué nos llamamos club de Tobi, creen que es porque somos todos hombres, y ahora aparte chau, con más razón.
El tema es que ¿te acordás de la pequeña Lulú?, tenía un amiguito, un gordito que se llamaba Tobi y tocaba el violín muy mal, todos los niños jugando en la calle y Tobi estudiando el violín en su casa, y bueno es en honor a él; no es por un tema de machismo, porque si no, no estaríamos acá contigo dándote nuestro tiempo (risas), ni hubiéramos dejado entrar a una chica al grupo, imaginate.
- Y en materia de proyectos ¿no han pensado por ejemplo en presentar esto al FONAM?
- Fernando R.: Lo habíamos pensado, pero el año pasado no podíamos porque Karina estudiaba en Buenos Aires mediante una beca del FONAM y no podía pedir dos.
- Fernando L.: Pero aparte de eso hay varias ideas de presentar el proyecto a diversas instituciones para que apoyen para lo que sea: para editar un disco...
- Fernando R.: O para que nos muevan con amplificación y cachet.
- Mario: Con otra proyección, para aprovechar todo lo de este año que fue un "marketinazo", como dice nuestro amigo el chapita (risas). En realidad nos estamos moviendo con todas nuestras pilas, o sea, no tenemos ningún productor, nadie que se ponga las pilas por nosotros, todo lo que hemos hecho ha sido a pulmón, y así y todo bastante hemos subido en el ranking (risas).
- Fernando R.: Otro de los proyectos es ampliar en la cuestión de estilos, o sea tenemos 2 temas de Marley y la idea no es agarrar y sacar 10 temas de Marley, sino ampliar en los estilos.
- Fernando L.: Y además sacar más temas de Marley (risas).
- Fernando R.: Más temas de Marley, más temas de los Beatles, más temas de los Redondos.
- Mario: De última, en definitiva somos una banda de covers
- Si tuvieran que definirse, ¿se definirían así?
- Todos a coro: ¡¡¡No!!!
- Mario: Dije de última o por definición, lo que pasa es que como son temas versionados y con estos instrumentos, le da otro valor creo yo.
- ¿Y cómo se definirían?
- Fernando R.: Lo vuelvo a reiterar una vez más (risas): cuarteto de cuerdas esquizifrénicorrocanroloide-tecnotrópico-infantodemencial, incoherente, kitsh y algo simpático.
- Son covers pero no son meras copias de otras canciones, son verdaderas producciones de ustedes.
- Fernando L.: Ahí está, el cover lo que trata es de reproducir como si vos pusieras el disco pero en vivo, esto no, deforma totalmente.
- Fernando R.: Son versiones.
- Mario: O sea escuchás el tema de los Redondos y suena totalmente distinto.
- Bruno: Por más que intentes hacerlo igual no va a salir igual, porque son tímbricamente otros instrumentos.
- Fernando R.: Además nosotros jugamos mucho con el mezclar dentro de un mismo tema, dos temas que no tiene nada que ver.
- Fernando L.: Y también mezclar el original y el plagio muy sutilmente: o sea agarramos la misma base que fue la original, la tocamos como es y luego se va transformando en otra canción muy conocida, que es diferente pero que utiliza exactamente la misma estructura.
- Fernando R.: Que le copió los mismos acordes.
- Fernando L.: Esos grupos que agarran elementos rítmicos por ejemplo de una canción y arman otra canción que es muy parecida.
- Fernando R.: Como Jimi Hendrix que le copió una canción a Ruben Rada (risas).
- Bruno: Entonces también detectar los levantes.
- Fernando R.: Y levantarlos nosotros (risas).
- Fernando L.: Y aparte mostrarlos, dejar pegado a los otros.
- Fernando R.: No, no creo que venga por ahí.
- Fernando L.: No, pero es divertido.
- Mario: Estamos intelectualizando algo que hacemos por diversión.
- Fernando R.: Vienen por el lado de hacer clásicos enganchados.
- Bruno: Por ejemplo en una guitarreada, un fogón, de repente están tocando una canción en un tono y viene uno y canta la melodía esa y ya siguen en esa.
- Mario: Estamos pensando en tocar temas de Sui Generis (risas).
- Fernando R.: Ahí está, arriba ¡¡alegría!! Detrás... de ... las... paredes...
- Mario: El fogón de Tobi (risas).
- ¿Cuáles son los gustos musicales de ustedes?
- Mario: Los gustos son disímiles y encontrados a la vez, o sea, a mí me gusta mucho el jazz, la música linda, entre comillas, que no le gusta a Fernando Rosa (risas).
- Bruno: A mí también.
- Fernando L.: ¿Cómo te definís vos Nando que dijiste el otro día?
- Fernando R. (con voz onda barra brava): ¡¡¡Rock and roll!!!
- Fernando L.: El promueve lo desagradable como estética (risas).
- Mario: Ese es el punto de encuentro: el rock and roll
- Fernando R.: A mí me gustan las bandas de rock and roll que son simples y directas, las músicas con muchas florituras van perdiendo energía: mientras más barroco va perdiendo fuerza.
- Fernando L.: Hay lugares comunes que son los que sabemos explotar.
- Fernando R. (señalando el demo): Que son estos 30 temas... (risas).
- Bruno: Los Beatles que sé yo, es como medio unánime...
- Fernando R.: Claro, no vamos a discutir que a todos nos gusta, yo que sé, los Beatles, Mateo.
- Mario: Y si nos tuviéramos que definir entre los Beatles y los Rolling, somos de los Beatles.
- Todos a coro: Obviamente.
- Fernando L.: También está esa: la gente viene y dice: ¿por qué no hacen el tema de La Pantera Rosa? y nosotros no, tocamos El Inspector, o sea el tema trillado, no, el de al lado. El que te suena, ese, no el que ya conocés.
- Fernando R.: Por ejemplo la gente nos dice ah Led Zeppelin ¿por qué no tocan Escalera al cielo?, y Escalera al cielo es como el tema más obvio para hacer, nosotros hacemos otro tema que es Black dog y ahí descargamos todo el heavy metal que llevamos dentro, así, en rascar la cuerda y que suene como una guitarra eléctrica.
- Fernando L.: A veces se le va un poco la mano en tratar de lograr esos efectos (risas).
- Fernando R.: Se rompen las cuerdas y me dice "hay Fernando no hagas ese ruido" pero yo lo hago adrede, porque me gusta: si eso es una guitarra eléctrica que suena y acopla...
Lo que pasa es que yo, por ejemplo, dentro de lo que es el ambiente clásico soy un violinista mediocre, tampoco me gusta la música clásica y no sé tocar ese tipo de música, entonces trato de evolucionar hacia el lado que me interesa y lograr efectos. A veces vienen violinistas que son posta, que tocan muy bien, que son maestros así y nos dicen "loco qué bien que tocan ustedes" y nosotros nos reímos para adentro onda ja ja los engañamos (risas), porque de última no somos unos fenómenos; yo prefiero gastar mi energía en ser original y no en ser un fenómeno.
- Fernando L.: Es cierto, mirá que pasa incluso a nivel del músico académico que está estudiando un instrumento clásico, vos te planteás: acá en Uruguay para qué, o sea vos tenés en Europa y Estados Unidos un montón de gente que toca muy bien Beethoven, Bach, Vivaldi, Schubert, Chaikowski, lo tocan muy bien, loco, excelente, acá, vos como uruguayo, hoy, estudiante de un instrumento clásico...
- Fernando R.: Bien, toco el concierto de Beethoven ¿para qué? voy a ir al Atenas a tocar (risas).
- Bruno: Por eso, para qué voy a estar 19 mil horas haciendo escalas para llegar a tocar un concierto de Mozart.
- Mario: Igual no podés zafar de la formación.
- Fernando L.: Obvio: hay una cosa técnica básica que vos tenés que tenerla, sino no podés hacer sonar el instrumento.
- Fernando R.: Yo no estoy renegando de todo eso, yo a mí manera estudio el violín.
- Fernando L.: En una forma alternativa, pero buscás perfeccionarte.
- Fernando R.: De una forma alternativa, yo lo estudio orientado a lo que quiero hacer, como él decía no me paso 40 horas haciendo escalas para tocar Mozart.
- Fernando L.: Hay una de intención de perfeccionamiento pero por otros canales.
O sea buscar cuál es tu lugar en el mundo, cuál es tu rol de artista hoy, pasa por eso entendés; a vos te puede interesar entrar en ese mercado - porque vamos a ser sinceros la música clásica es un mercado - y ser un concertino brillante, muy bien, lográs tocar el concierto de Chaikowski impecable, pero ya está grabado por muchos monstruos; querés escuchar las mejores versiones del concierto de Beethoven vas y comprás un disco, o sea pueden venir muchos intérpretes muy buenos pero lo que van a variar en su interpretación es mínimo, porque la obra es eso y hay ciertos parámetros que la obra ya te marca, vos le podrás dar tu sheito, pero...
Esto no es una cosa que se nos ocurre ahora a nosotros, también por ejemplo en el claustro en la Escuela Universitaria de Música, yo estoy ahí, son cosas que se discuten a ese nivel: una Escuela Universitaria de Música acá en Uruguay ¿qué quiere ser? ¿qué músicos quiere formar? ¿músicos que toquen Beethoven, Chaikowski, conservatorio europeo? porque hay mucha música latinoamericana culta, erudita que está muy buena y que también habría que potenciarla por otros lados.
Con respecto a la música clásica yo creo que hay que ver un poco eso también: es música que se ha hecho hace 200, 250 años o más y que ya ha sido grabada muy bien y como que...
Bruno: Ya está, pa'mí ya cumplió su ciclo.
- Y más allá de eso, lo que decías: rescatar el rol del artista hoy, en estos tiempos y en estas latitudes.
Fernando L.: Ahí está, en ese plan, cuál es el rol del artista hoy.
Yo creo que tienen que seguirse generando cosas nuevas, no podemos quedarnos en la repetición exacta de lo mismo, va por ahí, y creo que un poco a nivel sino consciente, inconsciente, nuestra propuesta también es un poco de rebeldía de salir de eso.
Analía Camargo