"Cortamambo" se llama el último disco de El Cuarteto de Nos, el noveno en veinte años tocando, y un buen motivo para acercarnos a la banda. Menospreciado por unos y elogiado por otros el Cuarteto siempre da para la charla. Se puede hablar de ganadas, perdidas y empatadas. Se puede hablar de discos de platino y de polémicas a gran escala. Se puede hablar de cuatro tipos que salen a tocar vestidos como quinceañeras o con corbata y medias can-can. Se puede hablar de una banda que tal vez reúne la parte más irónica y sarcástica que los uruguayos llevamos adentro. Por eso hablamos con Roberto Musso y Santiago Tavella, o sea, medio Cuarteto.
A pesar de los años...
¿Qué cambió en el Cuarteto de veinte años para acá?. Si se puede hablar de cambio, o de avance, o de retroceso...
Santiago – Sí, retroceso.
Roberto – Como que un mojón importante fue, para tomar un poco relativamente desde donde empezamos a contar, la etapa del Cuarteto que se empezó con Soy una arveja, la etapa más profesional por llamarla de alguna forma y la línea que seguimos después. Fue en el ´86, digamos, con la edición de Soy una arveja. De repente de ahí hasta hoy, de haber una evolución, yo creo que musical la hubo como intérpretes, la hubo. Eso es algo objetivo.
Santiago – Tocamos un poco mejor...
Roberto – Tocamos un poco mejor, ahí evolución hubo.
Porque aparte pasa una cosa con ustedes, que es que por lo general de las canciones uno tiende a tomar más en cuenta la parte cantada y de repente no se le da mucha bola a la parte musical. Y ustedes son tipos que mal o bien manejan un montón de estilos, o sea, han compuesto de todo, en cuanto a la parte música ¿no?
Roberto – Vos sabés que siempre nos dicen eso. Hoy también me lo preguntaban en la radio. Yo les decía que a veces el tema es que como las letras llaman tanto la atención la música queda para atrás, pero no porque la música esté en un segundo plano, nosotros le dedicamos más tiempo a la música que a las letras, o el mismo ¿viste? Pero a veces pasa que como te llama tanto la atención la letra la música te queda para atrás, pero no es porque sea menor, digamos. Hay gente que siempre te dice: "Si ustedes cantaran una cosa distinta tendrían mucho más público; si hacen letras más normales", capaz ¿no?
Es relativo...
Roberto – Es relativo.
Santiago – Pero musicalmente, si lo medís por horas de trabajo, en realidad le dedicamos muchas más horas de trabajo a la música que a las letras.
Roberto – Sí, y si una buena letra de las que hay por ahí del Cuarteto estuviera acompañada de una música que no estuviera buena, yo creo que la canción tiende al fracaso, digamos, o a que la gente se olvide.
Aparte yo creo que ustedes son buenos intérpretes cada uno de su instrumento en particular, o sea, a veces se dice: "Ah, el Cuarteto...
Santiago – Claro, es un lugar común, como que nosotros no tocamos bien ¿no?. Porque en general como que se tiende a pensar que los que tocan bien son los que tocan muchas notas o cosas por el estilo.
Roberto – O que cantan letras en serio...
O que cantan cosas tristes.
Roberto – También.
Santiago – Sí, sí, sí...
Roberto – El humor ahí es un poco subestimado siempre, de repente justamente por eso, porque capaz que la idea es que si hacés letras en broma también tocás en broma.
Santiago – Es cierto, también tocamos en broma muy seriamente, una de las características y creo que es una cosa muy difícil de hacer es justamente jugar con los significados de lo que son las músicas, de lo que son los estilos.
Claro, porque hay un humor letrístico y un humor musical...
Santiago – Sí, sí, combinar; hay mucha ida y vuelta entre la letra y la música, hay relación, que yo veo que no pasa mucho eso con los grupos que hacen más un estilo en el cual la letra es en "tal estilo" y la música es en "tal estilo" y ya es "estilo tal" ¿no?, que no... no te llega a sorprender, no tiene nada que se salga de ese "estilo tal". Como que es todo muy lo que es siempre eso y tá. A mí me aburre.
El "estilo Cuarteto"
Ese estilo humorístico que ustedes tienen, ¿siempre salió así?, ¿o alguna vez apareció alguien con una letra de repente más seria o más para otro lado?
Santiago – Habían algunas letras de algunas canciones que tenían una cuestión... que de repente no eran tan, tan humorísticas; había alguna que otra mía, una cosa así...
Roberto – No tan paródicas...
Santiago – No tan una cosa así, pero igual si la sacás del contexto de una canción del Cuarteto y la ponés en otro contexto... o sea, para canción del Cuarteto parecía muy "normal" ¿no?. La vieja del zaguán la sacás del contexto del Cuarteto y es una canción rarísima. Dentro de lo nuestro, claro, no tiene ningún chiste evidente ni nada por el estilo.
Roberto – A mí como compositor otro tipo de canciones no me salen, o si de repente digo: "Bueno, voy a hacer una canción no humorística" no me sale bien. Es una cuestión también un poco de lo que te brota, o de lo que sabés a esta altura que hacés bastante bien, digamos. Entonces, de repente la idea es agarrar una situación, o algo que quiero escribir, o un personaje, o lo que sea, e inevitablemente teñirlo de una cuota de sarcasmo, de sátira, de humor, y todo. Porque si no como que a veces no le veo yo la forma de poder describir lo que quiero.
Santiago – Como que uno hace las canciones que uno quiere oír ¿no?, las que no va a hacer nadie, si no uno. Y entonces es como lo que en general estamos esperando escuchar en las canciones que hacen las demás personas, y como en general no viene, no tenemos más remedio que hacerlo nosotros para que alguien haga esas canciones que nosotros queremos escuchar. Ese es un poco el motivo de la gente que hace música, que hace algo ¿no?
Aparte los tres que componen tienen estilos bastante distintos que cuando se juntan como que se forma algo ¿no?. No sé si ustedes lo ven así...
Roberto – Sí, sí, aparte ya te digo, en cuanto a las canciones que hago yo a veces las hago en casa y las llevo al ensayo y ellos me las dan vuelta... yo protesto y pataleo un poquito pero después no tiene nada que ver.
Santiago – Aparte hay una cosa que no se daba en los primeros discos pero en estos últimos dos discos, en Revista Esta y en éste (Cortamambo), se dio de que hay varias canciones que no son de uno o de otro, si no que esos estilos que están claros como que ya podemos mezclarlos, jugar un poco. Hay algunas en que Roberto hizo la letra y yo hice la música.
Siempre hay todo un proceso de influencias entre unos y otros y cosas por el estilo que me parece que está bueno. Porque digo, no es lo mismo la música que vos escuchás que el hecho de hacer música con una persona, como que hay unas interacciones mucho más profundas, no sé... yo veo que Roberto me copia todos los acordes, y yo lo dejo (risas), pero como que también se va armando un lenguaje musical y letrístico más conjunto ¿no?. Y está bueno, porque aparte de los perfiles estos medio diferenciados nuestros también aparece una especie de cosa más del grupo en sí.
Yo pienso que ustedes son un estilo en sí mismo dentro de este país, como que no son muy definibles. Aparte tienen una onda hasta de "oveja negra" de la música para mucha gente.
Santiago – Sí, sí. Hay momentos en que los sectores de público más "estilo tal" o "estilo tal otro" ¿no?, más "rocanrol" o más "tropical" o más lo que sea, como que pasan por momentos en los cuales se copan con la onda que hacemos nosotros, y pasan por momentos en los cuales les fastidia muchísimo. Y yo creo que en el fondo, digamos, me parece tonto por un lado y por otro lado no me parece mal, porque la actitud nuestra es un poco de reírnos de los...
Roberto – De los extremos.
Santiago – De los extremos y de los estilos.
Roberto – Pero público extremista no tenemos nosotros. Generalmente el público más fiel del Cuarteto es el público de repente de cabeza un poco más amplia, digamos, más tolerante, por decir algo, que se puede llegar a reír de las exageraciones ¿no?
Público irónico.
Roberto – Sí, pero que no es el mayoritario, o sea, hay gente que pasa por el Cuarteto porque le gustó tal canción y pasó, y fue público de esa canción del Cuarteto y después se olvidó del Cuarteto y fue público de la otra canción de moda. Pero digamos, la gente fiel que nos sigue y que entiende más al Cuarteto creo que es la gente más como nosotros, gente un poco más abierta que también se ríe un poco de todo y que no está en los extremos esos que te digo.
De repente a ustedes hay que entenderlos para seguirlos como banda. A lo que voy es a que hay mucho chiste interno, mucha ‘guiñada’ musical interna, o sea que si vos de repente traes a un tipo que no tiene ni idea de lo que hacen ustedes, y nunca los vio, hay muchas cosas que se le pierden, que no entiende. Creo que es algo que han ido acumulando con los años...
Roberto – Sí, puede ser sí.
Santiago – Sí, sí. Por otro lado de eso siempre nos preocupamos nosotros bastante, sabemos que hay toda esa cuestión de chistes internos que referencian a otras cosas, no sé, está todo ese referido dentro de una especie de ciudad imaginaria y cosas por el estilo, pero por otro lado siempre buscamos que las canciones tuvieran autonomía también, que la canción sola fuera disfrutable, digamos, que no te quedaras con una canción diciendo: "Ah, pero ¿y esto?, no entendí ´tal cosa´ " y que te quedaras afuera ¿no?. Creo que eso siempre fue una cosa importante para nosotros.
Tal vez en el disco que más se logra eso es en el Otra navidad en las trincheras, ¿no? O sea, el tema de que cada canción vos la puedas sacar y no la sentís como parte de un contexto.
Roberto – Sí, de repente.
Canciones del corazón capaz que también.
Roberto – También. Y yo creo que éste también, que son discos de repente más anárquicos.
Pero no te hablo de los otros como "obra conceptual", sino que es algo que se da.
Santiago – No, pero por ejemplo Barranca Abajo que es un disco que tiene todo un hilo, como que igual de todas maneras chequeamos todas las canciones, decíamos: "A ver ¿qué pasa?, si escuchamos esta canción fuera de la historia del disco se entiende, se entiende de qué se trata, capaz que después le podés agregar otras cosas, pero como que funciona...", nos parecía una cuestión importante a la hora de hacer canciones.
Roberto – Pero el tema es que lo que nos pasa a nosotros que es muy particular, que no le pasa a otra gente, no sé si está bien o está mal pero para nosotros está bien, que vos en un disco común y corriente ves más o menos un estilo que está igual. La canción que se destaca, se destaca dentro de ese estilo, vos identificás de repente a ese disco por esa canción. Con Navidad en las trincheras, por ponerte el caso, vos decías: "Bueno, el Cuarteto es Me agarré el pitito con el cierre", mentira. "El Cuarteto es Bó Cartero", mentira. "El Cuarteto es El primer oriental desertor", no; el Cuarteto es esas tres cosas juntas. Entonces siempre tenemos el mismo problema a la hora de elegir por ejemplo el corte de difusión, es como decir: "Mostrame con una canción qué es el Cuarteto", no podés. Es mucho más que una canción sola ¿viste?, no es un "estilo nada", es sumar todo eso y "bueno, ahora si decime qué te parece el Cuarteto".
Incluso hasta uno disfruta con lo que hacen ustedes de patear ciertas cosas establecidas. Por ejemplo un día prendí la tele y los vi en el programa de Omar Gutiérrez tocando en la plaza de Maldonado, y vos cantando "Eres una chica muy bonita" delante de no sé cuántas viejas que había ahí ¿viste?, me quería morir. O sea, son cosas que van más allá de la música también.
Roberto – A veces en muchas de las letras un poco el secreto que hay es el hecho de que decimos cosas que mucha gente realmente piensa y no las dice. Como en este disco último el tema "No somos latinos" o el "Maten a las ballenas". Vos decís: "tá, sí, está bárbaro, me cago en la ecología", "¿latino?, qué me importa un cholo boliviano", pero claro, nunca lo vas a decir en público. Y la gente dice: "Páh loco, que hijos de puta que son, ustedes sí lo pueden decir" (risas). De repente ahí está un poco el secreto de muchas de las letras nuestras.
Santiago – En esas cosas que están ahí hacerlas existir. Que ojo, muchas veces son cosas que pueden ser cosas buenas, son cosas que están ¿no?. Porque no es que seamos... yo creo que no somos ni ecologistas ni anti-ecologistas, pero en el contexto que hay ahora con todas las pelotudeces que se dicen, como que ¡chau!, los ecologistas se merecen una canción como "Maten a las ballenas", totalmente. O el "clan Estefan" se merece una canción como "No somos latinos".
Artigas y las trincheras
Volviendo un poco al Otra navidad en las trincheras que fue como un punto de quiebre, ¿cómo pasaron el tema del bajón posterior?. A lo que voy es: ¿ustedes eran conscientes de que era medio irreal lo que estaba pasando?
Roberto – Con Santiago siempre, justo ayer lo decíamos, que lo de después de Navidad en las trincheras lo vivimos como una cosa bárbara, lo vivimos bien. Ya sabíamos, lo primero que tuvimos claro cuando estábamos terminando la gira de Navidad en las trincheras era el nombre del siguiente disco: Barranca Abajo. O sea, el título del disco surgió antes que las canciones de Barranca Abajo, dijimos: "tá, esto se acabó ¿viste?, ya no existe más, pasó porque pasó, por más que queramos hacerlo no se puede".
Santiago – Y por suerte no nos podemos quejar porque digamos que después de ese disco todos los demás igual se vendieron... ponele tres veces más que los de antes. Y se difundieron y todo, como tres veces más que cualquiera de los anteriores. No diez veces más ¿no?, pero si tres veces más, o sea como que ya pasamos a otra cosa.
Roberto – Todo lo que en realidad indicaba era que después de Navidad en las trincheras, el cause normal, era que nos peleáramos y nos separáramos ¿no?, eso es lo que siempre le pasa a todo el mundo. Es el éxito, hacés un disco enseguida que medio que no se vende igual, y tá, se acabó. Que era lo que me parece pensaba mucha gente que recién nos conoció ahí, porque hubo mucha gente que nos conoció recién ahí. Pero no, después pasó que, bueno, salió El tren bala con el quilombo de la canción de Artigas (El día que Artigas se emborrachó) y todo eso, que de vuelta estuvimos ahí por otro tema digamos no musical, y tá, después Revista Esta y ahora este otro disco que parece que viene bastante bien.
Aquello de la censura al tema de Artigas, digo, les vino bárbaro en realidad...
Roberto – No, no.
Santiago – No, no, no.
¿Cómo manejaron eso?
Roberto – Fue empate.
Santiago – Este... no sé. Siempre... a mí fue una cosa que me dejó mal porque no es que yo pensara que la sociedad uruguaya no fuera muy conservadora y todas esas pelotudeces ¿no?, pero nunca pensé que iban a llegar a ese extremo de que hubiera tanto movimiento para prohibir una cosa. Porque realmente es una cosa que a mí me da mucha vergüenza vivir en un país con gente así. Pero por otro lado siempre supimos que había gente así ¿no?
Roberto – No sabemos que hubiera pasado si no pasaba eso de Artigas, por ejemplo a nivel ventas y difusión. O sea, el disco se vendió muy bien y todo pero...
Santiago – Yo creo que hubiera pasado más o menos lo mismo, porque por un lado tá, estuvo todo lo que se habló del disco, pero por otro lado estuvo el asunto de que era un disco que te pedían la cédula para comprarlo y no estaba en las vidrieras, digamos, porque lo tenían medio "encanutado", porque les daba no sé qué, había una cierta idea de prohibición. Entonces claro, es como que te obligaban a que comprar ese disco era una especie de acto militante ¿no?, y un disco nuestro no es un acto militante, es un disco donde la cuestión es divertirse de escuchar algo que te gusta, que lo disfrutás, es muy importante. Entonces yo creo que eso fue una cosa que no fue buena, digamos, pero bueno, nos jodimos y ya está (se ríe).
¿Cómo les fue con todo el tema del "sello internacional" cuando editaron Revista Esta?
Roberto – Ah, pero fue local, fue local.
Capaz que podía haber alguna expectativa...
Roberto – Creo que a nivel de expectativas tenemos más ahora, que el disco fehacientemente se edita en Bueno Aires, que se edita por un sello de allá (Ultrapop), que las que teníamos de repente con BMG, porque o sea, era "filial Uruguay". Ahora por lo menos sí ¿viste?, el disco va a estar editado allá, va a estar en las disquerías, es algo mucho más tangible, digamos. Y además con la idea de hacer el año que viene, que empezaríamos a grabar en febrero, un "Grandes Exitos" (risas), de toda la carrera del Cuarteto. Re-grabar todas las canciones esas y editarlas allá. Puede estar bueno.
El tema es que hay pila de grabaciones desde Canciones del corazón para atrás, que la gente lo quiere comprar y no existe.
Santiago – No está por ningún lado. Y después por otro lado una cosa que nos llevó a pensar en hacer esa cuestión es que hay una buena cantidad de canciones que las seguimos tocando y que a lo largo del tiempo fueron cambiando los arreglos. Después está bueno agarrar otras y hacerles arreglos diferentes, no sé, como que es un trabajo que puede estar muy divertido de hacer, y ver como las tocamos ahora. Y como no podemos decidir de editar las otras porque depende del que tiene las cintas vamos a hacerlas devuelta.
Para otro público
Ahora que hablábamos de lo de Argentina, o sea, se me hace difícil verles mucha viabilidad a ustedes dentro del mercado argentino, por el tema de la referencias letrísticas y musicales que son muy nuestras. Me parece que si hay algo que tienen que está bárbaro de ustedes y que me parece que le llega pila a la gente de acá, son esas referencias cotidianas...
Roberto – Ahora te cuento algo que pasó al respecto de eso.
Contá...
Roberto – Vos sabés que el año pasado fuimos mucho a tocar allá y este año también. Y también pensando igual que vos armamos un repertorio...
Internacional...
Roberto – Internacionalizar, claro, para empatar digamos ¿no?, como para ir a jugar de visitante era, traer un "cero a cero". Pero metimos cosas también muy de acá. Ya el primer día que fuimos a tocar al Teatro Rojas se acercó un montón de gente ¿viste?. Que nosotros dijimos: "acá está todo lleno de uruguayos" porque estaba todo el mundo cantando todas las canciones; eran todos porteños. Que se conocían todas las canciones, la mayoría de El Tren bala y el Navidad en las trincheras.
Santiago – Y que les copaba mucho esa onda así.
Roberto – Y las que más le gustaban fueron El primer oriental desertor, Morcillo López ¿viste?, las que hablaban de cosas de acá.
Santiago – Y estaba bueno porque las veces que íbamos allá nos encontrábamos con esta gente, con distintos fans que venían de diferentes lugares, y los que más se acercaban como que venían a decirnos: "ché, y ´tal cosa´ ¿qué es?". Por ejemplo: "¿qué es Auxana?", "es una yerba" y el otro decía: "sí ¿viste?, yo te dije que tenía que ser una yerba", y "¿quién era Ansina?"... no sé, es curioso porque como que despierta la curiosidad de alguna manera.
Roberto – Les entrás por ese lado ¿viste?
Santiago – Y sabés que esa cuestión del lenguaje internacional es como que eso sirve cuando uno está solamente apuntando a un público medio "choto" ¿no?
Roberto – Claro, tenés cuidado de que no entiendan tal palabra o...
Santiago – Claro, entonces son esas canciones como para no pensar, música para no escuchar (risas).
Roberto – A nosotros nos gusta usar terminología de bar o palabras que a veces nunca las escuchaste en una canción, está bueno eso. Y son muchas cosas muy uruguayas, muy montevideanas.
Capaz que ahí pecamos un poco, yo en pensar eso y ustedes antes, en esa cosa uruguaya de país que siempre recibe cosas de afuera y no puede meterle un gol a nadie en cuanto a mercados, porque de hecho nosotros estamos escuchando música de afuera con contenidos localistas todo el tiempo, es como vos decís...
Santiago – Y a mí me gusta mucho, hay muchísimas cosas que a mí me gustan mucho y que no sé si las entiendo. Y que el disfrute muchas veces va a pasar por entender una cosa, y de repente un día te encontrás con el tipo que la hizo y le decís: "ché, ¿qué era ´tal cosa´?". Pero ya te había interesado antes.
Cuando tocan en un lugar abierto que entra gente que no necesariamente los va a ver a ustedes generan reacciones extrañas ¿no?, porque son tipos que mal o bien andan cerca de los cuarenta y están de repente ahí arriba cantando "malas palabras", o vestidos de vieja o vestidos de quinceañera ¿viste?, que es una cosa como para Ray Bradbury...
Roberto – El otro día en el programa de El Espectador de Alejandro Ferreiro, él nos decía de lo bueno que veía de que gente de nuestra generación así, esté haciendo estas cosas, que vos te imaginás, claro, gente de treinta y largos, que bueno, todavía haya gente que le de a eso un poco de sentido del humor.
Y con ganas de seguir.
Roberto – Sí, a veces una cosa que es muy difícil, y que para mí es un logro muy grande nuestro es el competir contra nosotros mismos. Seguir sorprendiendo, con tanta barbaridad que hemos hecho y hablado en las letras y todo, poder todavía lograr con una canción del Cuarteto que a esta altura de la vida un oyente de el Cuarteto de mucho tiempo se sorprenda, ¿viste? es algo que es fabuloso.
Cortamambos
¿Qué hay en este disco?, ¿qué se puede oír?
Roberto – Y, los que lo escucharon dicen que es un disco típico del Cuarteto, de los mejores.
Santiago – Se notó el trabajo de producción que hubo, digamos, se grabaron las bases en Buenos Aires, después nos vinimos a grabar acá las voces, las guitarras y todas esas cosas, pero fuimos a mezclar a Buenos Aires. Fue un trabajo de muchísima más exigencia porque el técnico que lo grabó nos decía: "sí, sí, está muy bien: pero háganlo de vuelta" ¿no?, y eran sesiones que realmente rendían. Nosotros tenemos una cierta tendencia a ser un poco atorrantes entonces está bueno que hubiera un tipo que nos marcara, que nos hiciera caminar.
Roberto – A nivel "producto final global" aparenta estar mucho más prolijo, mucho más cuidado capaz que otros trabajos anteriores; pero eso a nivel técnico. No perdió lo que nosotros a veces teníamos miedo de perder con eso, la frescura e improvisación que tienen los otros discos. Aparentemente no pasó, porque te puede pasar que "¡ah!, este disco suena bárbaro, mirá como suenan los grabes y los agudos", pero es un embole. Como sabíamos que estaba sustentado por muy buenas canciones, no todas, pero buenas canciones...
Santiago – Sí, las mías eras muy buenas. Las de Roberto eran horribles.
Roberto – Exacto, por eso lo pensé y me voy (se ríe). Y eso es una base que tenés de decir: "no vamos a disfrazar canciones con ruiditos" ¿viste?
Santiago – A nosotros nos parecía que eran buenas... (se ríe) no sé si realmente... pero él tiene la autoestima un poco más alta.
Roberto – Hay una canción que se llama Me amo, hablando de autoestima.
¿Meamo´...?
Santiago – No, no está haciendo pichí.
Roberto – Me amo. Yo me amo. Que habla tanto que me amo, que me masturbo mirando mi foto, esas cosas (risas).
Mirando para atrás, en estos veinte años, ¿alguna vez pensaron en largar todo?
Santiago – No, nunca pasó en realidad. Yo no me imagino sin la remota posibilidad de que a más tardar en un mes vamos a tocar en algún lado ¿no? Creo que no se nos pasa por la cabeza eso, es como que es parte de nuestra vida.
Roberto – Vamos a hacer como Los Chalchaleros (risas).
De hecho son una de las bandas que está hace más tiempo tocando ininterrumpidamente...
Roberto – Pero tampoco es mucho mérito por sí sólo.
Santiago – Eso es porque somos muy amigos.
Roberto – El tema va a pasar más bien por, yo qué sé, por ver que en determinado momento nos diéramos cuenta de que no vamos a poder sacar un material nuevo, algo "de calidad" ¿no?. Mientras sigan saliendo las canciones pienso que va a haber Cuarteto. Y después tenés el curro de seguir cantando todo lo anterior (risas).
Juan Castel