divina gracia

Desde que inició el show hasta que lo dio por finalizado -dos horas y media más tarde- el Señor Miguel Botafogo Vilanova no dejó de sorprender a una Sala Zitarrosa colmada. Lo asombroso no fue solamente el esperado desfile de melodías bluseras y solos agraciados; cada palabra y cada imagen eran nuevos estímulos para seguir  maravillando.

Después de una dosis fuerte de cinco temas de la mano de La Triple Nelson, el público estaba a punto para escuchar al maestro del blues. Una figura peculiar, de larga melena agrisada y de blancas vestiduras se apareció en el escenario. Si no hubiera sido tan evidente que la luz que emanaba de él era el reflejo de su guitarra, cualquiera podría haber pensado que Dios había bajado a la Tierra para iluminarnos.

Y si de grandes se trata, “El Bota” no perdió un minuto en evocar con el sonido metálico de una “Dobro” a Pappo y a Días de blues, ejecutando una versión enganchada y acústica de “Amasijando los blues” y “El blues de Santa Fe”. A este tributo siguió la presentación de la banda.

Cada uno de los personajes en escena parecía ser un mundo único y desconectado del resto: una mujercita a cargo de la batería (¡y sí que se hizo cargo!); un experiente bajista con reminiscencias hippies; un amante del blues con peinado de Mambrú, erradicado de Operación Triunfo por sus preferencias musicales; una segunda guitarra prolija y delicada; y un ser humano espléndido al frente de un proyecto singular y poderoso.

La noche resultó realmente entretenida e interactiva. Desde el auditorio se escucharon los típicos aplausos y gritos de ovación, pero en ocasiones, a pedido de los músicos, la gente hasta ladró, aulló y cacaraqueó. La creatividad llegó a su punto máximo cuando se incitó a los presentes a sacar sus llaves, para producir un colchón de sonido que embelleció la sinfonía de los instrumentos.

El repertorio incluyó interpretaciones de Led Zeppelin, Willy Cobb y Earl Hooker y la musicalización de una letra de Eduardo Galeano: “Los Nadies” -que vino acompañada de halagos, que enorgullecían cualquier oído uruguayo-.

“Don Vilanova”, su nueva creación discográfica nominada a los premios Gardel 2005, fue exhibida casi en su totalidad. Este es un disco variado en el contenido y que hace honor a su padre, un hombre que casi no sabía leer ni escribir, pero que promovió los estudios de su hijo para que éste llegara a ser lo que es: una de las figuras más emblemáticas del rock argentino.

Influenciado principalmente por Manal, Pappo’s blues y “Los Tres Reyes Magos”: Albert King, Freddie King y B.B. King; Botafogo recorrió más de treinta años de carrera musical para acercarnos el Blues, el R&B y el Soul que lo caracteriza.

Fue un regalo del cielo, en manos de un humilde pero extraordinario servidor.

Viviana Scirgalea