SieteNotas

Walter Bordoni, Cantando en uruguayo...

17/8/2001

El tipo tiene adentro tango, rock, blues, candombe… canciones que cuentan historias cotidianas con perfil montevideano. Así es Walter Bordoni, que después de El gol de la valija y otros cuentos, Flor nueva de películas viejas y Aguafuertes Montevideanas (compartido con Gastón Rodríguez) tiene casi pronto lo que será su cuarto disco: Barrio Virtual.

Vos me decías que notás que tenés cierta llegada especial a veces con los jóvenes. ¿Por qué crees que se da eso?

No sé, es medio misterioso. Creo que hay que partir de una base y es que a veces hay determinados esquemas que se repiten y generalizaciones que se repiten ¿no?: "los jóvenes están pa’tal cosa", "los del interior están pa’tal otra", "los de Pocitos están pa’esta y los de Malvín pa’tal otra y los del Cerro pa’tal otra"; y en realidad en el Cerro, en Malvín, en Carrasco, en Rivera… es decir, hay muchas juventudes, hay muchos interiores, y bueno, lo que se trata es hacer las cosas lo mejor posible y tratar de facilitar el contacto con la gente que está ávida de escuchar, en este caso el tipo de música que hago yo. En otro caso… cada uno tiene que ingeniársela para allanar los caminos para que la comunicación se dé. Sea a través de un disco o a través de recitales. A veces juntar y llegar a esa gente, porque a veces incluso esa gente está muy ávida pero de pronto ni se entera que vos tocaste. Yo creo que hay todo un público en diversas capas de la sociedad que tiene ganas de escuchar canciones de este tipo. Que incluso no es que todo el tiempo tengan ganas de escuchar esta música, digo, hay momentos en que uno tiene ganas de pronto de escuchar una cosa para bailar y para divertirse, y está fenómeno, y es bueno que haya propuestas en ese "nicho", como se dice ahora.

Eso de la relación que lográs con los jóvenes a través de las canciones se me ocurre que es porque las letras pasan a veces por tu adolescencia, y en esas historias o en algunas pinceladas que vas dando se puede ver reflejado más de uno; porque por más que las épocas cambien como que las situaciones se repiten ¿no?

Sí, sí, es probable que sea así. A mí no me llamaba tanto la atención, o sigue sin llamarme tanto la atención, de que gente de mi generación, así de treinta y pico me diga "paah!, tal canción…" yo que sé, Apuesta, o Aguafuertes, o Intravenoso, dicen "yo me sentí tan identificado porque contás cosas… me veo a mí mismo en el liceo". Ahora, cuando pasa con gente de otra generación y sobre todo con gente que tiene veinte años menos que yo, a veces decís "paah!!…". Pero bueno, si bien es otro país, evidentemente hay cosas que son como medio permanentes y que hacen de alguna manera al ser montevideano, al ser uruguayo, al ser rioplatense y que quizás ahí va un poco lo que cada uno opinará de si el compositor es eficaz a la hora de tocar esos resortes. Y bueno, a veces pasa, me salgo de mis canciones ¿no?

A nivel compositivo vos de repente le das una importancia grande a las historias. A veces la música queda un poco… como que da un pasito al costado y la letra como que lo agarra todo ¿no?, aparte con una manera de contar muy cotidiana que tenés. No sé como lo vivís vos eso a la hora de componer, cómo vas armando la canción…

Evidentemente hay un frase que no se quien la dijo que es bastante vieja que dice que "la canción no es cincuenta por ciento música y cincuenta por ciento letra; es cien por ciento música y cien por ciento letra", es decir, es un todo y la música tiene que estar al servicio de lo que plantea la letra. Si es una historia, bueno, que se entienda, que no obstaculice, y a su vez la letra también porque por algo hago canciones y no soy poeta ni novelista ni cuentista. Ese es el vehículo que yo elegí y por el que de alguna manera se me expresar mejor. Dentro del género canción hay como distintas maneras de hacer las cosas, o distintos énfasis ¿no?; hay gente que hace canciones desde un punto de vista más… ¿cómo te puedo decir?, más poético, más de plantear imágenes…

Más abstracto

Sí, algunas veces incluso vos escuchás canciones y decís "bueno, ¿y esta canción de qué habla?", en realidad no habla de nada. Incluso llega al caso, en el caso de la música uruguaya, yo que sé… Mateo iba mucho por ese lado, muchas cosas de Rada también, de letras que son casi fonéticas ¿viste?… "Hola Lalá, hola Lalá, uh!, ¿cómo te va?", ¿de qué habla en esa canción?, sin embargo es una maravilla. Hay mil canciones de Mateo que son eso, ¿cuentan una historia? ¿hablan de algo?; no. Hay otra veta de canciones que son más tipo narrativa, y bueno, yo estoy me parece dentro de esa corriente. Somos como cuentistas, como narradores… y bueno, en la música uruguaya, que sé yo, El Sabalero (José Carbajal) es como uno de los fundadores de esa onda, Dino (Gastón Ciarlo) es otro. Y yo le doy bastante importancia a eso, de hecho mi primer disco se llama El gol de la valija y otros cuentos.

En la parte estrictamente musical; ¿por donde te sentís más cómodo? Porque hay de repente algún blues, hay algún tango, hay algún aire de milonga…

Hay una cantidad de elementos que conviven en mí que vienen un poco de la formación, no de la formación académica sino de la formación auditiva de vivir en este lugar y en esta época. Desde los trece, catorce años mi formación es básicamente rockera, de Los Beatles para adelante ¿no? Pero a su vez hay una instancia en la que uno empieza a crecer y se da cuenta, eso fue lo que me llevó a escribir la canción Intravenosa, de que hay determinadas cosas que uno cuando es adolescente las rechaza muchísimo y dice "bah, esto son cosas de viejos", como el tango… pero bueno, te vas dando cuenta que están muy metidas adentro de uno porque están en el aire que respiramos desde que nacemos, y esos elementos van confluyendo y se van acomodando. Y yo hago cosas que tienen que ver con el tango pero no soy un cantor de tango, hago cosas que tienen que ver con el rock y con el blues pero no soy un cantante de blues; y bueno, de última… Otra frase que si me acuerdo quién la dijo: una vez le dijeron a Hermeto Pascoal "¿tu sos un músico brasilero?", y dice "no, yo soy un brasilero músico". Y está bárbaro, porque no es lo mismo. Y a veces es un poco esa cosa de decir bueno, hay que cantar en castellano y también hay que tocar en castellano. Y hay que cantar en rioplatense, y como decía Zitarrosa "cantar en uruguayo", que no necesariamente es lo mismo. En algunos casos acá, y sobre todo en muchos grupos de rock argentinos se da de gente que canta en castellano pero vos los escuchás y parece que es como una traducción, es como aquellas cosas que cantaba Nat King Cole ¿viste? Cantan en castellano pero no cantan en argentino, en rioplatense o en uruguayo; no, es como una cosa… y a mi me rechina un poco eso ¿no?… "oh, nena", yo que sé, nosotros no hablamos así.

Ahora, desde mi punto de vista no es algo que uno tenga que hacerlo así como una cosa intelectual de decir "no, yo tengo que hacer una música que me represente como uruguayo y que sea representativa…", yo por lo menos nunca me lo planteé así, sino que fue una cosa mas de adentro, más visceral y muchísimo más natural.

En el disco que se está cocinando ahora, ¿seguís más o menos la misma línea?

Es un disco en donde me parece que hay algunos cambios. Por un lado a nivel temático hay no una ruptura pero si un énfasis un poco más grande; hay unas cuantas canciones que hablan más del hoy, por eso el disco se va a llamar Barrio Virtual. Hay unas cuantas canciones que hablan del fin del siglo que ya se fue y del principio de este siglo, de este lugar aquí y ahora donde tanto se habla de la globalización que existe, pero a su vez hay una contradicción, o no, que en este momento donde es cada vez un mundo más unipolar y más globalizado a su vez es un momento donde en todo el mundo hace eclosión cada vez con más fuerza la necesidad de la gente de reivindicar su propia identidad. A distintos niveles; a nivel de la cultura artística pero a nivel de la vida cotidiana de la gente también.

El disco tiene bastantes cosas de esas, canciones que hablan un poco de esa convivencia ¿no?, de Internet y la TV Satelital conviviendo con una realidad donde cada vez hay más gente excluída. Muchas veces desde un punto de vista de crónica, no necesariamente tomando partido o diciendo "hay que hacer ‘tal’ cosa". Eso desde el punto de vista de las temáticas, a nivel musical hay una paleta un poquito más abierta a nivel tímbrico. Siguen habiendo cosas bien acústicas pero hay cosas bastante eléctricas también, ya había habido eso en mis discos anteriores, aunque Aguafuertes fue un disco bien acústico. En este disco se abre un poco la cosa. Aparece con un poco más de fuerza por primera vez el tema del candombe, hay un tema con tambores, hay otro tema donde aparece una influencia que para mí estaba bastante presente que es la influencia "Mateística", digamos, que curiosamente me decían "pah, pero vos no hacés candombe", y en realidad es porque mucha gente me descubrió a mí a partir de Aguafuertes, y se llama Aguafuertes Montevideanas pero no hay ningún candombe ni ninguna "candombez", es rarísimo, pero se dio así. En este disco sí, de hecho está ese tema con cuerda de tambores en el que tocan el Lobo Núñez, Noé y Foqué Gómez.

Justo que hablás del Lobo y toda esa gente… te sacaste varios gustos de vida ¿no?, en cuanto a que toquen en el disco algunas personalidades…

Sí, sí. Para empezar yo creo que mis primeros dos discos fueron, como le pasa a todo el mundo, discos más amateurs, con buenas canciones desde mi punto de vista, pero claro, uno todavía está un poco en la búsqueda, y son las primeras veces que entra a un estudio de grabación y como que va aprendiendo a los tropezones ¿no?. Ya Aguafuertes creo que fue un disco de madurez, un disco mucho más producido, más pensado, y no es casual que haya tenido otro tipo de llegada y otro tipo de repercusiones. A su vez era un disco compartido con otro compositor que es Gastón Rodríguez, pero es como el primer disco de mi madurez como compositor y como intérprete, y éste creo que es el paso siguiente. Yo arranqué a partir del año ’99, después de terminada la experiencia de Aguafuertes, y armé una banda ya con músicos de primer nivel en cada uno de los instrumentos. Convoqué a Guzmán Peralta que ya venía tocando conmigo desde los comienzos, y bueno, no solo toca conmigo, es el guitarrista de El Sabalero, del Darno, de Mauricio Ubal… estuvo en España; volví a convocar a Luis Jorge Martínez, baterista de Los Terapeutas y de otros grupos, gran baterista. En esta etapa más reciente convoqué a Fernando Goicoechea en teclados, que es alguien con quien yo quería hace tiempo trabajar, es un tipo que toca jazz, toca rocanrol, toca blues, toca candombe, pero tiene un énfasis bastante marcado en una cuestión tanguística que a mí me importaba; y también a Popo Romano en bajo y contrabajo que bueno, no requiere mayores presentaciones, todos sabemos quien es. Ese es el núcleo base con el que yo vengo trabajando ya desde hace un par de años. También incorporé a Sergio Tulbovitz en percusión, otro gran percusionista, y después bueno, cuando nos metimos en el estudio a grabar empezó a surgir la necesidad de invitar a alguna gente. Está Gastón Rodríguez que toca la guitarra e hizo el arreglo de uno de los temas; y después había un tema en el que tenían que haber tambores y se convocó al Lobo y a su gente. Después… yo tengo un relación de bastante tiempo con Dino, primero como admirador pero después ya conociéndolo personalmente, y siempre estaba aquello de hacer algo juntos, y bueno, yo tenía una canción que la hice en el año ’90 que había estado quedando afuera de los discos anteriores y en éste disco tenía ganas de incluirla. Pero temáticamente era una cosa diferente ¿no?, y dije "esta es una canción para que la cante él", y hablamos por teléfono, nos escribimos, lo convoqué, y Dino con su maestría pero también con su gran humildad aceptó y bueno, cantó esa canción que se llama Tropezón. Posteriormente apareció otro de los invitados que hay en el disco que es nada menos que Hugo Fattoruso que toca el acordeón en dos canciones, una de ellas es esa. O sea que, bueno, son de esas pequeñas grandes alegrías y fundamentalmente orgullos que yo llevo así ,como medallas en el pecho. Después de estos años de hacer cosas, de hacer recitales, de hacer discos; si a mi me lo hubieran dicho hace diez años o hace veinte años, yo que sé… para mí Dino, Hugo Fattoruso eran personajes legendarios, y hay una canción mía en este disco donde canta Dino, donde Hugo toca el acordeón… son esos orgullos que vos decís "bueno, tan mal uno no lo debe estar haciendo ¿no?".

Juan Castel

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Ángel Atienza (Director de Perro Andaluz), 16/8/2000
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