Korazón y Kancha
La última fecha del Circuito Koala no le hizo asco al punk. La Comisaría detonó entre baterías persistentes y voces de protesta.
"Sin precaución" y "Harry" dejaron sus manifiestos en el escenario y a continuación, Martín Maisonnave: vocalista de Cambiá la Biblia, se adueñó del micrófono y de cada mirada del público presente.
"Prosti" marcó presencia, inundándolo todo con aires de Polla Records y abrió camino a "Canción de fondo", "Persekuta" y "Carne de Cañón", que siguieron derechito por la senda trazada. Así se fue alargando la noche en un sin fin de ritmos típicos y consistentes, que hacen de la banda una proclama única y verosímil.
El apoyo por parte de la gente es innegable y quedó demostrado en un pogo que aguantó toda la última mitad del acto punkillo. El incentivo más poderoso fueron los primeros acordes de "Ay Dios", que peca de nervio y soltura, agitando los cuerpos a puro punk- rock. A Cambiá la Biblia le queda bien el agite y el Maiso no podía deshacerse de esa sonrisa cómplice por los festejos del otro lado.
"En Pro- kura", "Arranke" y "Cambiar": una seguidilla que revolucionó. Ya sobre el final, llegó el turno de El Negro de Once Tiros que, aunque no estuvo en escena, estuvo en boca del Maiso. "No pasa nada" es el tema que carga con orgullo una letra de su autoría, que Freddy Parrilla (primera guitarra), Juan Bentancor (segunda guitarra), Arturo Juambeltz (bajo) y Fernando Ceriani (batería), acoplaron con sonidos bárbaros.
"Korazón y Kancha": dos fuerzas que van de la mano en Cambiá la Biblia. Con casi cuatro años de vida y a pocos meses de editar su primer disco oficial, la banda tiene una identidad firme, producto de cada una de sus partes. La música pega y las letras hablan sin falacias ni rodeos. Ellos saben lo que quieren y no hay duda de que pueden conseguirlo.
Viviana Scirgalea