Buitres aleteando sobre Minas
“En el 92 fue la primera vez que vinimos, y ahora hacía tiempo, pero estamos muy contentos de volver a visitarlos” dijo Gabriel Peluffo sobre el escenario de Sueños, en Minas. Y las doscientas personas que estaban frente a él apabullaron con sus aplausos.
Un Buitres con ya diecisiete años de trayectoria obligó a un público notoriamente adolescente a poguear durante una hora y media. Con su nuevo batero, quien fue bastante apoyado por sus compañeros que constantemente volteaban a mirarlo y hacerle señales de respaldo; aún así... difícil compararse con "el Coco".
El recital empezó alrededor de las 11 de la noche del sábado pasado en el boliche considerado por varios como el mejor del Interior. No sólo es dueño de un escenario grande, sino que también cuenta con un gran sonido, que se destaca por encima de los clubes sociales del Interior, y también sobre la mayoría de los lugares que hay en Montevideo.
El repertorio fue el mismo de siempre: los clásicos como Carretera perdida, Cadillac solitario, Calaveratur, Buitres y el cierre con Cada vez te quiero más. Los diferentes: Azul y Canción de Navidad, que aunque están en el disco en vivo "10 años" no están en el Periplo.
Fue la primera vez que Buitres visitó Minas con su última integración, que incluye el cambio del Pepe Rambao de bajo a guitarra, el nuevo bajista y el cambio de batero. Minas demostró que los cambios de las personas sobre el escenario no alteran la pasión por la banda.
"Nos vemos en el Pilsen" se despidió Peluffo.
Andrea Martínez