Viernes de enero, diez de la noche. Unas doscientas personas ocupan buena parte de la cancha de básquetbol abierta del Centro Salesiano en el barrio Sayago. Está ensayando Contrafarsa. Algunos observan sentados en el piso, otros llevaron su silla plegable, gran parte de la gente está de pie. La murga canta un poquito y corta; corrigen movimientos escénicos. Arranca otra vez y corta; vuelven a corregir movimientos. Arranca cantando otra parte y corta; el 'Pitufo' pide mayor atención al cantar la última nota de cada estrofa. Los cortes y las correcciones se suceden. La gente se mantiene en silencio, respetuosa y cómplice; hay muchos niños. Contrafarsa hace partes de lo que será su actuación 2001, suena bien, a la gente le gusta. Ya sobre el final del ensayo cantan buena parte de lo que será el cuplé: el público muere de risa cuando aparecen satirizados Hugo de León y Julio Ribas (directores técnicos de Nacional y Peñarol). El ensayo termina y hay aplausos, algunos se quedan a saludar a los murguistas, otros se van tranquilamente. Fueron más de dos horas a puertas abiertas con un descanso de diez minutos entre medio. En esos diez minutos le hicimos algunas preguntas al 'Pitufo' Lombardo, director de Contrafarsa, sobre la apuesta de la murga en este Carnaval 2001.
El espectáculo tiene un nombre que se llama Contrafarsa en familia. Esa es la propuesta. Y es un poco tocar la cuestión de familia, no la familia entre cuatro paredes, no la cuestión de lazos sanguíneos; muchas veces uno tiene una mejor relación con un amigo, por ejemplo, que con alguien de la familia. Es una cosa mas universal, digamos. Pasan diferentes tipos de familias y también está la parte de crítica y sátira a lo que pasó en el año dentro de eso ¿no?.
O sea que es más "familia humana"...
Exactamente.
¿Cómo vienen con los tiempos?
Mirá, yo creo que vamos a llegar bien. Creo que falta una etapa de memorizar textos y de madurar cosas, pero falta una semanita y pico; creo que se va a llegar. Esperemos llegar.
¿Están con la misma integración que el año pasado?
La misma integración. Menos un compañero que por problemas de salud no puede salir que es el platillero. Después en la parte técnica y en la parte también de los que estamos arriba somos los mismos.
¿Pesa en algo salir a defender un primer puesto?
Si, siempre está eso ¿no?. Lo que nosotros tratamos es de hacer un espectáculo que nos guste, divertirnos y que la gente se divierta. Creo que tá, que El tren de los sueños fue un muy buen espectáculo, pero bueno, ya quedó atrás y viene un nuevo Carnaval; y se trata de eso: de poder ir a los barrios, que la gente se divierta, nosotros divertirnos, y vamos a ver si eso se logra.
Ustedes vienen de una temporada difícil de igualar en cuanto a un montón de cosas realizadas, ¿cómo se mantiene la motivación al arrancar de nuevo?. Porque el año 2000 de ustedes fue...
Fue muy bueno, muy bueno sí, se hicieron muchas cosas; se sacaron dos discos, se hizo un video, salió un libro, se tocó mucho, pero... tenemos ganas de vuelta de hacer Carnaval y es eso, ganas de hacer Carnaval.
Hay un cuidado particular de parte de la murga en cuanto a los movimientos escénicos ¿no?
Se trata de cuidar todos los rubros digamos, desde la ropa hasta el movimiento, las voces, bueno, todo tiene que estar bien hecho y tiene que estar memorizado, para eso hay que pasarlo muchas veces.
Me imagino que en estos días tenés que estar con la cabeza en mil cosas al mismo tiempo, ¿cómo se siente el director en la previa?
Hay que estar ahí, pero... estoy muy cómodo y súper tranquilo también. Y hay muy buena receptividad de parte de los demás compañeros, entonces eso ayuda muchísimo a la hora del laburo ¿no?, la parte de disciplina y la parte de entrega de cada uno; estoy súper conforme.
Juan Castel