El año pasado la gente se conmovió y aplaudió hasta más no poder a aquel infierno que la consecuente nos puso delante.
Hoy, un año después, la llama no se ha apagado y los Diablos nos permiten nuevamente colarnos en su histórico tablado, cuna de la murga y lugar donde antiguos y nuevos murgueros se dan cita, para ser parte del festejo.
Y es que parece una fiesta, pero no lo es. Es una puerta, un pasaje hacia un laberinto hecho de recuerdos y memorias. Una excusa perfecta para el reencuentro. Una invitación para transitar por paisajes y regiones conocidas y quizá descubrir aquel camino que nos falta recorrer.
La previa...
Con la contundencia de sus letras y su inconfundible coro, con la sutil interpretación de los músicos y el recuerdo de famosos temas, con arreglos cada vez más atrevidos y con un público que siempre dice presente haciendo sentir su grito en todas las barriadas; los Diablos Verdes nuevamente se preparan para cantar lo que les dicta el corazón.
Sobre ese laberinto infernal, sobre monstruos de tres cabezas, sobre personajes que buscan sus puertas e historias sin terminar; conversamos primero con Leonardo Preziozzi (letrista) de la murga y después con un diablo que no necesita presentación: Charly Álvarez (cupletero).
Un poco la idea es que nos cuentes cómo fue que armaste este espectáculo, teniendo en cuenta que vienen con un muy buen nivel en estos últimos años, siempre en la punta o peleando los primeros puestos. ¿Cómo se hace para ser distinto cuando el principal competidor es nada más y nada menos que uno mismo?
Leonardo: Sí, la competencia es con uno mismo, en el buen sentido de la palabra. La idea es mantener siempre el estilo que ya tenemos, tratando de renovar lo más posible. Eso es lo que yo me planteo antes de ponerme a escribir. Y es en base a eso que surgió la idea para el espectáculo que vamos a hacer, que es un laberinto. La idea es que la murga y los personajes de la murga se pierdan en un laberinto que, simbólicamente representa a nuestro país. Este laberinto es un lugar donde conviven muchísimas puertas, tantas como opciones de salida existen. Y somos nosotros los que estamos caminando por esos pasillos que nos pueden llevar hacia diferentes salidas, depende de cada uno, la puerta que quiera abrir. Ese es un poco el concepto de este año.
El estilo es como te dije, el mismo que venimos planteando en los últimos años, porque entendemos que hay que tener una coherencia en el mensaje y en la forma de decírselo a la gente. Además es precisamente ese estilo el que nos ha identificado y con él nos ha ido muy bien. Porque la gente recibe un mensaje que es totalmente sincero, que no tiene ninguna postura especial de nada, no hay un acartonamiento en el discurso o al menos eso buscamos. Y creo que eso la gente lo percibe y por suerte también -en lo que hace al concurso- el jurado.
Bien. ¿Cómo se armó el espectáculo?
Leonardo: El espectáculo lo fui armando como siempre: de a poco. Primero buscando de manera esencial la idea y en base a la idea, lo voy armando. Esto no es más que el reflejo de la situación que se fue viviendo durante el año en nuestro país, que no se ha modificado mucho en los últimos años, porque los problemas lamentablemente siguen siendo los mismos y las esperanzas siguen siendo la mismas también. Entonces por eso te decía que mantenemos una coherencia en la forma de plantear el espectáculo. Por supuesto hay cosas puntuales que van sucediendo durante el año y hacemos mención de ellas; pero por encima de eso, tratamos de hacer una propuesta un poco más global y no tanto detenernos en episodios súper concretos. Igual, te repito, hay cositas, desde las más frívolas, hasta cosas con más profundidad que sí, han sido importantes en el año y nosotros las cantamos, pero tratamos de hacer un algo muy general.
A la hora de armar la función, ¿pensás que tenés dentro del "equipo" a gente como Charly Álvarez o José Dorta, o sea: estás pensando en ellos cuando escribís?
Leonardo: En parte sí. Es algo inevitable o inconsciente. Nos conocemos desde hace mucho tiempo y con Charly venimos trabajando desde el ‘98 así que nos conocemos de memoria. Por ese lado siempre tengo presente que él está ahí, que lo voy a utilizar para bueno... sacarle jugo a la capacidad actoral tremenda que tiene él y también el espectáculo.
Decías que el hilo conductor del espectáculo es un laberinto y en él los personajes, que son varios, transitan por diferentes lugares...
Leonardo: Sí, pasamos por diferentes lugares. Lo que estamos ensayado ahora es la entrada a ese laberinto, en donde el personaje se enfrenta ante las primeras puertas hasta llegar a una penúltima que se abre, que es la puerta de la diversión. Allí el personaje -que en este caso no está interpretado por Charly sino por José Dorta- cae (como antes ha caído en otros lugares) en una fiesta de quince. En realidad, una despedida para la de quince. Creo que no hay que explicar mucho el argumento porque cuando la gente lo vea en los tablados, va a entender perfectamente a quien estamos despidiendo...
La última: ¿qué soñás, qué imaginás, qué esperás que suceda la próxima vez que los Diablos Verdes suban al más famoso de los tablados?
Leonardo: Sueño con llegar tranquilo y no tener un espectáculo mal armado. Eso es lo que espero... Aunque ese sueño a veces se convierte en una pesadilla ¿no? Porque todos los años es difícil tener un nivel alto. Mi sueño es ese: irme a casa a las cuatro o cinco de la mañana ese mismo día, con la cabeza tranquila... y el corazón contento.
Ahora le toca el turno a Charly.
¿Cómo te ves para encarar este Carnaval 2004 nuevamente con los Diablos y peleando por mantener el título?
Charly: El tema de mantener el título a mí es algo que no me incomoda, no me preocupa, ni nada que se le parezca. Para mí el tema con los Diablos pasa por otro lado. Pasa por salir a decir lo que tenemos que decir, pasa por cantarle a la gente. El concurso sí existe y sí salimos a concursar -y espero que nos vaya bárbaro-, pero en mi caso personal eso no es una prioridad. Sí, por supuesto me pongo la camiseta y me encanta estar en lo Diablos y además creo que la propuesta va a estar arriba, sin ninguna duda. Pero ya te digo, principalmente lo que me interesa es que el espectáculo le entre a la gente, que la gente que quiera ir a ver a la murga, vaya a escucharla y a oír bien lo que estamos diciendo y que después si podemos apliquemos en nuestras propias vidas, lo que estamos cantando tan lindo ahí arriba, abajo del escenario. Eso para mí es lo básico. Como desafío te puedo decir que este año sí, es un gran desafío para mí. Es un año en el que voy a disfrutar más a los Diablos porque hace años que no canto en la clarinada, hace años que no estoy en la presentación. Este año tengo la posibilidad de estar en la presentación y eso para mí, aunque parezca mentira, es muy importante. Y además con el quiebre de dejar de hacer un poco de hilo conductor y el personaje naturalista y poder hacer -por el momento- tres personajes totalmente diferentes y con toques bastante raros...
¿Qué tan raros? Ahora tenés que adelantarnos algo...
Charly: Uno de ellos es un personaje que tiene gestos de mujer, pero habla como hombre y por otro lado es representativo de algo muy nuestro: los quince años de gobierno que han pasado. Ese personaje representa eso. Después tengo al monstruo de las tres cabezas, que lo pienso trabajar con dos máscaras en las manos, como títeres y que va a llevar un gran trabajo a partir del momento que llegue el traje, que hoy por hoy es lo que más nervioso me pone. Creo que es un buen desafío, porque voy a tener que ocupar mis manos en otra cosa y voy a tener que usar el juego de cabezas y además aplicar las piernas de una manera diferente, no sé... Pero eso no es todo, porque dentro de cada uno de los personajes hay una serie de quiebres. Hay quiebres a un Judío y después hay también un personaje que... todavía no leí muy bien el libreto -que llegó hoy- pero es un súper héroe o un anti-héroe mejor, pero mudo, no sé. Esa es totalmente una primicia porque todavía no lo leí, así que no les puedo adelantar mucho. Igual creo que esta nueva etapa me va a dar la oportunidad de divertirme un poco más. Además siempre rinden más los personajes que entran y salen, al personaje que entra y se mantiene durante todo el espectáculo. El año pasado, mantener el personaje durante todo el espectáculo fue bastante duro porque no podía bajar la energía, porque se perdía la magia. Estoy muy copado con la propuesta y muy contento con el equipo porque creo que el coro está sonando mejor que nunca también.
En ese sentido, ¿cómo ves este laberinto y la entrada de tus compañeros?
Charly: Lo de Tabaré era una cuenta pendiente. Lo hemos conversado y Tabaré viene trabajando, mostrando facetas que están bárbaras y había que saberlas aplicar. Hay que abrir un poco más el juego. A mí me gustan los trabajos de equipo y este es un equipo muy participativo. En el ‘99 trabajamos de esa manera, después nos cerramos un poco a Albino y a mí. Después el año pasado me tocó estar a mí y claro... este año al venir José y al ser él además el hilo conductor, se necesitaba otro personaje que presentara a estos tres que me tocan hacer y bueno... El año pasado, Carlitos Barrios había hecho bárbaro el diablo, pero este año Carlos quiere cantar y aparte había una cuenta pendiente con Tabaré y bueno, como podrán ver está funcionando bárbaro. Tabaré tiene mucho humor y lo demuestra arriba del escenario y aparte tiene buena onda para laburar y eso se ve: se ve en los ensayos y se ve en el resultado del trabajo y se ve arriba del escenario; la gente lo nota y se divierte y eso está bárbaro. Estoy copado, estoy muy copado...
Aunque vas dejando lugar a tus compañeros, igual te tocaron personajes muy fuertes...
Charly: Sí, principalmente el monstruo de las tres cabezas, es un personaje fuerte, es el monstruo de las promesas además. Ese caso es algo muy fuerte que lo tengo que trabajar con mucho cuidado también, porque ese personaje, más allá de todo, lo creamos nosotros y entonces es algo difícil, internamente también ¿no?. No me lo quiero cuestionar mucho, sino... no sé... no me lo quiero cuestionar. Realmente es un personaje que creo me va a costar bastante, para lo que se pretende, no es fácil. Vamos a ver cómo se desarrolla.
Y en lo que hace a la parte musical de los Diablos, ¿cómo la ves?
Charly: Me gusta mucho la presentación. Por supuesto que los temas que tocamos en el cumpleaños de quince me encanta como los está arreglando Andrés y además porque son temas que todos conocemos. Me encantó que pusiera "Fama" porque es de mi época, es de la época de la mayoría de los compañeros de la murga y nos retrotrae mucho a cosas de nuestra juventud, de cuando éramos burrumines (risas). Me gusta mucho porque aparte lo tengo que bailar. Por supuesto que lo que habrán visto no es parte de la coreografía: todos los días invento una coreografía nueva y no sé cuál voy a hacer. Hay mucha parte bailada, mucha parte de apoyo con gestos detrás del coro, que tengo que hacer este año pero de manera diferente. Es un desafío. Todavía no hay nada marcado de puesta en escena, todo lo que vieron hasta ahora es invento mío y puede no ir...
¿Cuándo les toca actuar?
Charly: El nueve de febrero, este año nos tocó más temprano que nunca. Por un lado me parece bárbaro porque yo siempre estoy un poquito tenso en la primer rueda y después de la primera rueda me divierto muchísimo más. Siempre te estás cuidando: que es la primera rueda, que mirá que tenés que llegar bien, que esto, que lo otro, que no hagamos muchos tablados antes, etc. El año pasado hicimos antes de la segunda rueda 21 tablados y fue un disparate y llegamos bárbaro, no tiene nada que ver eso. El asunto es que vos tenés que llegar. Tenés que ser consciente de que el Carnaval es para cantar y cantar y hacerlo durante todo el Carnaval. No podés echar tablados para atrás. Podés cuidarte algo, pero tenés que tratar de hacerlo. Aparte se sale a trabajar en Carnaval también, muchos de nosotros vivimos de esto y bueno... El espectáculo está principalmente para llevarlo a todos los barrios también no. Hay consignas que no podemos olvidar tampoco... Es como los ensayos: para mí tienen que ser abiertos. Es un criterio personal, es como yo veo la murga o el Carnaval, pero ta... Igual a mí me gusta ir el nueve, porque ya te digo, después de eso los tablados que vengan van a ser mucho más divertidos, más distendidos y además la primera rueda siempre es más técnica. Yo en la segunda y en la tercera me divierto más, pero en la primera siempre voy medio pensando en la letra y en hacer bien esto y aquello. En la segunda y la tercera ni siquiera me acuerdo de lo que tengo que hacer y sale. Estoy más consciente de otras cosas, puedo verle la cara a la gente o intentar vérsela porque en el Teatro de Verano tenés tanta luz de frente que no ves nada, que es una de las contras que yo siempre digo: en el Teatro de Verano el problema es que tengo a la gente tan lejos...
No la ves, pero la escuchás ¿no?
Charly: Sí, sí. Se escucha una cosa en el pecho. Es más: cuando hay una risa general o una exclamación general, se escucha como una fuerza que te empuja el pecho. Mismo. Hay una energía muy fuerte y está bárbaro.
¿Qué esperás para el nueve cuando termine el espectáculo, cuando los Diablos bajen nuevamente al pedregullo del Ramón Collazo?
Charly: Pah... ahí lo que espero es estar el rato ese en el pedregullo, venirme para acá (local de ensayo: Sindicato del Vidrio) y tomar algo tranquilo. Pero generalmente cuando digo: "ah por fin", es cuando llego a mi casa y me recuesto en mi cama, cuando digo: "misión cumplida". Incluso el pedregullo del Teatro de Verano me pone muy nervioso: la gente que te viene a saludar y eso, las aglomeraciones a mí me ponen muy nervioso, pero me encantan también. Pero quedo muy al mango, quedo hiperquinético. Vengo a La Teja y sigue esa adrenalina y cuando llego a casa me cuesta muchísimo bajar al piso y al otro día estoy muerto. Es como matemático: al otro día hacés un escenario y salís con todos los dolores en el cuerpo. Al segundo día es bárbaro: ya fui al teatro, ya descansé, la murga está más distendida. Además al otro día el espectáculo nunca sale bien. Después que todos aflojamos tensiones ya sabés que no tenés fuerza, entonces ese día siempre es medio: "boh, gurises hoy estamos medio flojos". Pero siempre pasa eso, es normal, al menos en este grupo, desde el ‘98 que estoy, siempre pasó y es algo que pasa.
Sí tuvieras que elegir hoy una joyita del espectáculo de los Diablos y regalárnosla, ¿cuál sería?
Charly: Cuando Tabaré hace de José Vélez: esa es una joyita para mí. Lo hace medio "Arrafaelado" y me parece que está espectacular. Otra de la joyitas es el final: está bárbaro. Me encanta lo que dice además: "sépanlo bien, los Diablos son...". No lo quiero pensar mucho. Yo si pienso mucho las letras me emociono horrible. Me tengo que contener bastante con eso, tengo que tratar de distraerme a veces un poco y decirlo con la convicción de la letra y eso, pero no irme al carajo, soy... un llorón bárbaro. Descendiente de gallegos y de italianos, con algo de gitanos... Es rarísima la mezcla que tengo adentro, entonces explota por cualquier lado (sonrisas).
La última: el mensaje para la hinchada consecuente.
Charly: Para la gente, sólo decirles gracias y desearles a ellos y a todos un feliz Carnaval. Decirles también que en este Carnaval escuchen no sólo el mensaje de los Diablos, sino el de todos los grupos. Que disfruten del Carnaval que está bárbaro porque hay un nivel impresionante en muchas murgas también. No hay una, hay cinco o seis que están siempre con espectáculos absolutamente alucinantes y hay muy buenos grupos que están surgiendo en otras categorías, que están levantando el nivel.
Estuviste viendo algo.
Charly: Sí en invierno pude ver cosas porque lamentablemente después, durante el Carnaval veo muy poco. Pero sí pude ver algunas cosas y me parece que en el Carnaval pasado y en el anterior hubo un nivel de murgas por ejemplo, que me hace sentir orgulloso de la categoría a la que pertenezco. Me parece que están levantando y me parece que la gente se está animando más a decir cosas. Creo que va por ahí y a jugarse en hacer cosas diferentes y a no perseguirse porque el otro cantó tal canción... Creo que si nos dejamos un poco de todas esas cosas va a estar bárbaro. Hay que escuchar lo de los demás, te instruís con los demás y es en base a eso ¿no? Yo creo que los carnavaleros estamos aprendiendo a crecer y ojalá no sea utópico. Yo lo veo en muchos colegas de otras murgas, en la solidaridad que se ve más debajo de los escenarios, en el irnos a ver a ensayos de otras murgas sin perseguirnos: "mirá que te van a robar letra". Tenemos que ser conscientes de que somos el movimiento cultural más importante a nivel latinoamericano en materia de gente que hace espectáculo, que hace arte. Si lo ves desde ese punto de vista somos una comunidad artística muy importante. Quizá esté empezando a ver un poquito más de conciencia de todo eso. Hay un sindicato de trabajadores de Carnaval que se está moviendo, la gente de DAECP tiene una comisión bipartita, algo que creo que no se había dado en su historia y creo que es importante, todo lo bipartito, todo lo repartido, lo bien repartido es importante. Aparentemente ahora hay gente que va a apoyar al Carnaval desde el punto de vista de la difusión. Toda difusión para el artista es buena. Si a mí, viene cualquier empresa y me dice: "voy a difundir tu mensaje más lejos", a mí me sirve como artista. Y bueno creo que hay que mirar un poco más eso y creo que ahora se lo está mirando más. Espero que realmente sea así...
Leticia Fraga