¿Qué se puede decir, nuevo, de la Contra? Que Contrafarsa es Firulete. Que es un sentimiento, un símbolo. Un espejo para los niños, un proyecto para los jóvenes, una voz de esperanza para el porvenir de los adultos. Que Contrafarsa es cooperativa. Que nació cantando, cuando lo que se sembraba era temor y silencio, con alegría y con bronca, rebelde desde el útero. Qué creció como los pájaros silvestres, siempre entre trinos y apechugando cualquier situación. Que vive en las cooperativas, en el barrio, en la cárcel, en el exilio. Siempre solidaria.
Pero eso ustedes ya lo saben, no es nada nuevo. Y lo que quieren saber es qué nos propone este año. Entonces les contamos que, con la vuelta del "Raviol" Rabelino, la incorporación de Martín Sacco, la puesta en escena de "Coco" Rivero y la dirección de Luis Ortiz; comienza una nueva historia.
Este año la Contra nos trae una propuesta distinta. Y es diferente por varios motivos: primero, por el cuidado por los temas; segundo, por el tratamiento de los temas; tercero, por la elección de los temas. Este orden no es un orden de prioridades porque son características que van todas juntas.
Contrafarsa vuelve a su estilo. Un estilo que la identifica y la hizo diferente, basado en la excelencia de su canto y apoyado en la crítica de su libreto y la risa y los silencios, que hacen que su espectáculo sea un disfrute de principio al fin.
Salsa, tango, samba y chamarritas. "Paso plancha", "Chongo Boys" y "Villa Nostalgia" son sólo algunas de las modas que desfilan por el espectáculo.
Sobre esas modas, sobre los cambios y sobre esa excursión, charlamos con Diego Berardi (arreglador de la murga). Un viaje por el tiempo y la memoria, la música y la nostalgia, el barrio y su gente. Amistad y poesía y una despedida... dedicada a los ciudadanos del mundo.
La previa...
Hace dos años que Contrafarsa cambió el Club Salesiano por este lugar: la esquina de Millán y Propios. En la casa de la Contra y como en casa: silla, termo y mate en mano, la hinchada siguió la misma ruta. La que no sabe de claudicaciones, la que le hace gambetear -todos los días- a las mezquinas maniobras materiales, la de las decisiones discutidas y consensuadas. La que hace pensar y no irritarse, la de la sonrisa y la emoción, sin caer en el panfleto o en la chabacanería, la de la ética profesional y humana.
Tras el tejido, la murga escucha en silencio las indicaciones y los arreglos que Diego Berardi marca. Del otro lado del alambrado, no son pocos los que esperan que suenen las 22 para ocupar sus asientos en la platea, como si estuvieran al pie de un tablado. Y no importa el calor ni los mosquitos, porque los que allí están, tendrán la primicia unos días antes de que comience la fiesta de Rey Momo.
Faltan cinco para las diez. El grupo hace un alto en el ensayo. La puerta se abre y todos corren a ocupar su lugar, mientras los muchachos de la Contra se recuperan para comenzar nuevamente...
En un rincón del ensayo, también allí pueden comprar algún "panchofarsa", "chorifarsa" y algún refresco para acompañar una noche que promete algunas sorpresas.
Ahora sí, todo listo, casi como en el Collazo. No es un simulacro, es real: la Contra vuelve a cantar. Todos de pie mueven su cuerpo. Diego Berardi toma la posta y reúne al grupo a la voz de: "¡murga, vuelva a ensayar!". Sin instrumentos, pero como si estuvieran, cada músico afina un dispositivo imaginario y entona un tema: "La moda de Julito" es el calentamiento para el salpicón de noticias -uno de los bloques nuevos- donde la murga canta lo que cuentan los medios.
Todos pasean, recorren las notas y repasan las líneas de cada cuerda. La gente acompaña en silencio.
Hay de todo: un pasaje hacia el oriente, una estancia acomodada, un desfile por las empresas que ya no están. Un saludo a Sadam, a Pinochet y Paco Casal. Una parada por los burros y un recuerdo para Bush y el plebiscito... todo muy movidito. Después se vienen un sin fin de modas. Modas que pese al tiempo siguen presentes en la memoria de los uruguayos. Algunas guardadas como un recuerdo, otras como algo difícil de olvidar.
Sólo faltan el vestuario y las bombitas amarillas para que parezca febrero. Se ve que hay ansia de Carnaval...
Contrafarsa se prepara para el carnaval 2004... ¿Cómo vienen?
Diego: Medios cortos de tiempo, pero tampoco tan atrasados como nos pasaba en años anteriores. La verdad es que venimos bastante bien de tiempo y como tampoco ha pasado otros años, este año a esta altura, la murga ya tiene todo el espectáculo armado. Si bien hay cosas que están faltando pasar desde lo musical, está armado. Uno a veces viene con una idea de pasar voces, pero a veces se complican o se atrasan, porque estamos cansados, porque hay que pasar lo que ya está para no olvidarse o hay que pasar la puesta en escena. Entonces, lo que tenés pensado hacer en un día quizá te lleve dos días o tres, pero en general venimos muy bien de tiempo. A esta altura ya está todo el espectáculo armado. Hay letras de más, hubieron cosas que se tuvieron que sacar, incluso yo creo que con todo lo que hay escrito, estamos bastante pasados de tiempo y va a ver que seleccionar algunas cosas, pero viene muy bien.
Las historias pasan por un gran recorrido: arrancan cantando en una estancia muy particular y después siguen por distintos caminos, ¿qué caminos?
Diego: Ahí va. Es una historia de músicos. Este año en la murga somos todos músicos. Somos una banda de músicos ambulantes que recorre lugares y que se va topando con diferentes cosas. A partir de ahí van surgiendo las modas, las de ahora y las del pasado, todas tienen un lugar. Cada una de esas modas es como un pueblo diferente que la murga va recorriendo. En el viaje se llega a una Villa que es nuestra "Villa Nostalgia". Se pasa por una estancia: "La estancia El Acomodo". Otra de las modas es la del "piercing" que es la moda de un tipo, medio desahuciado porque lo dejó la novia que hace cualquier cosa por querer estar a la moda. Digamos que el hilo conductor por llamarlo de alguna manera, son esos músicos que se pasean por diferentes lugares.
Y en ese recorrido aparecen una serie de personajes que no tienen desperdicio; además como cupleteros vamos a tener sorpresas, ¿verdad?
Diego: Sí. Así como las hay en la parte vocal, en la dirección vocal -que es la parte que me toca-, en la parte de cuplé tenemos a Martín Saco un muchacho que viene de murga joven, que anda muy bien, que escribió el cuplé del piercing justamente. Además escribió parte del medio, junto a Carlitos Melgarejo y a Álvaro García, ellos son un poco los creadores del medio y del espectáculo de este año de Contrafarsa. O sea: la presentación y despedida, como siempre las hizo Alvarito y medio en general es obra de los tres. Después tenemos por ahí otra moda que nos faltaba, la del "Paso Plancha", que es la moda de la cumbia, que es lo que está hoy de moda. Esa la hacen cuatro compañeros: Luisito, Fabricio, Miguel y el Farol -un muchacho que este año también se integra a la murga-. En la moda de la "Villa Nostalgia" están Carlitos Melgarejo y Marcelo Pallares y en las del salpicón y en la estancia El Acomodo entra la murga entra.
La historia este año es un poco más grupal. No se basa tanto en lo que hacíamos años anteriores, cuando capaz que se sobrecargaba sobre una persona todo, cosa que no estaba mal porque aparte lo hacía muy bien; pero este año se ha tratado repartir un poco más la cosa.
Y en ese reparto, la dirección en la escena ha pasado a manos de... ¿quién ha tomado este desafío?
Diego: La dirección en escena la está haciendo Luis Ortiz, que es un tipo que plásticamente a la murga siempre le aportó mucho, anda muy bien. Justamente este año había que, de alguna manera llenar ese agujero ahí ¿no? que era el medio y Luisito lo está cumpliendo muy bien.
Después la dirección vocal y los arreglos corales son míos, la puesta en escena es de "Coco" Rivero: un tipo que la verdad anda muy bien, está salado en ese rubro. La creación del vestuario siempre es de la misma persona: Irma De Souza, pero la parte de diseño es de Rosario Vignoly. Creo que ahí te dije todo el equipo...
Nos gustó mucho, como siempre, la despedida de la Contra...
Diego: Sí, la despedida es un... La verdad es que a mí me toca mucho también porque es muy fuerte, uno la está cantando y se siente. Para hacerla nos juntamos con Alvarito que es quien la escribe, para ver musicalmente para qué lado la encarábamos. Yo tenía seleccionadas unas cuantas músicas que nos gustaban y queríamos poner y otras fueron surgiendo ahí en el momento. Él no está viviendo acá, está viviendo en San Pablo, se tuvo que ir por problemas de laburo. Álvaro decía: "yo estoy viviendo la inmigración, soy un inmigrante más, entonces por qué no contar desde mí lugar, desde mis vivencias. Yo quiero imaginarme al Uruguay, quiero escribir sobre cómo tendría que ser ese Uruguay soñado por muchos". Entonces en la despedida cuenta esa historia. Alvarito es un tipo que es muy mágico en eso ¿no? Tiene una magia, que te sabe colocar, te sabe llevar las imágenes a través de las palabras. Es como que sabe transmitir y transportar a la gente de alguna manera a ese mundo que él crea.
Y eso lo hace simbólicamente, muy sutilmente porque no cae en el panfleto, a pesar de que es un tema que...
Diego: Totalmente... A pesar de que es un tema bastante complicado de tocar.
Hablábamos un poco entre nosotros, que esta despedida está dedicada o es un mensaje para los "ciudadanos del mundo"...
Diego: Es eso. Esa era la idea. Justamente es como que se da una realidad ahí, una dicotomía en la que el tipo se fue del país, pero está siempre. Está fuera, pero está siempre acá, con su pensamiento, con sus recuerdos. La verdad es que es una sutileza muy linda, es una dulzura impresionante, desde lo musical hasta lo textual. Y me parece que este año un poco la murga es eso también, quiere eso. Creo que el año pasado la murga estaba mortal, me encantaba, terrible murga, pero estaba vista desde otro estilo, desde otro lugar. Aquello era: querer volver a las raíces, de hacer murga, murga. Nos habíamos olvidado un poco de la identidad de la murga, que era esa magia de hacerte ver primero la sutileza de decir las cosas. Después en lo musical, la murga siempre tenía eso de hacerte mover, desde la fuerza, pero también hacerte mover desde un silencio, desde algo más sutil como la música. Este año creo que es una cosa que la volvió a retomar: esos cambios de ritmos que te sacuden, que te llevan para un lado y para el otro. Que no quiere decir que no estuvieran en la murga, siempre estuvieron, pero el año pasado como que se habían dejado un poco de lado, porque también la idea era esa, pero se perdía la identidad que tenía y tiene la murga.
Si hoy tuvieras que elegir algo de esta Contrafarsa, quedarte sólo con una parte del espectáculo, ¿qué elegís, qué te llevás?
Diego: Mmm, me ponés en un aprieto ahí... A mí en realidad si te tengo que decir que hay algo que me desagrada de la murga, te estaría mintiendo. Cosa que capaz no me pasaba otros años, donde habían lugares que me podían gustar más que otros. Este año, capaz que no soy tan objetivo como lo podía ser en otras oportunidades, pero sí te puedo decir que hay dos puntos que me matan que son: "La estancia El Acomodo", porque se está diciendo algo muy grosso, pero con una sutileza musical muy especial.
"Resort - Spa"... con mucho humor además...
Diego: Claro, ahí va. En esa parte ves, ahí, la murga es frontal, cosa que no lo había sido otros años capaz. Y la despedida me mata. Si bien todo lo demás, me encanta porque ya te digo, no tengo dos cosas que podría desechar, pero sí esas dos cosas son, a mi gusto, las más fuertes, te las elijo. Claro que eso si tengo que elegir, pero... me ponés en un aprieto, esa es la verdad.
La última: ¿qué soñás para el día que terminen la primera rueda y se bajen del escenario? ¿Qué esperás que haya pasado por la Contra?
Diego: Mirá, espero que... Este es un año medio, fue un año bastante difícil para la murga, por muchas cosas. De hecho en un principio la murga estuvo en duda de si salía o no... Un poco el otro día Gabriel Melgarejo lo decía en un medio: "para los que nos quieren bien, decirles que vamos a saber cumplir, no vamos a hacer una barrabasada, todo lo contrario. Y para aquellos que no nos quieren, que se van a llevar una sorpresa".
Yo lo único que quiero es que -y creo que este año se logró en todo sentido- este grupo humano si bien ya era muy fuerte, se consolidó del todo. Me parece que los técnicos que están, por llamarlos de alguna manera, salvo el "Coco" Rivero, Rosario Vignoly, Álvarito García y Carlitos; somos nuevos. El tipo que arregla, si bien yo tengo experiencia en arreglar, nunca había arreglado la murga. Luisito, tiene experiencia en dirigir, pero dirigía talleres de murga joven, que no es lo mismo. Martín escribía para murga, pero en murga joven también y es diferente. O sea que espero ver, el resultado del laburo que estamos metiendo, de las ganas, de la fuerza, del entusiasmo que hay. Entonces lo único que espero es cumplir con la hinchada, que es mucha y con toda esa gente que, como te decía evidentemente nos quiere bien. Porque también está la otra gente, que está deseando que este año, en el año que justamente se nos fueron dos personas que eran sin duda referentes de la murga y son dos personas pesadas, a la murga le vaya mal. Me parece que a esa gente, justamente le decimos lo que decía Gabriel en un momento: "se van a llevar una sorpresa". Yo espero bajar y sentir la satisfacción del deber cumplido, eso... nada más.
Leticia Fraga