SieteNotas

Jorge Drexler, Entre dos mundos

15/1/2001

Jorge Drexler es uno de los cantautores uruguayos más respetados hoy en día tanto dentro como fuera de nuestro país. Si bien está radicado en España desde hace casi seis años es común que aparezca en Montevideo de vez en cuando. En su última vuelta al país estuvimos con él y surgió esta interesante charla que tuvo al candombe como eje central.

¿Qué reacción tienen los españoles cuando les tocás un candombe, una milonga... cómo reaccionan ante esa música?

En España el único conocimiento que hay de la música de esta región viene de la época del auge del canto popular, finales de los ´70 sobre todo, algunas personas conocen a Zitarrosa y algunas a Viglietti ¿no?, pero muy poco más. Está muy asociada todavía a la canción política en general la música en España, veinte años después es como muy curioso. No han sustituido el estereotipo del cantautor latinoamericano por el del candombe beat como pasó aquí en todo este tiempo, y hay muy poco conocimiento. Pero después como yo ya llevo varias veces yendo a las ciudades, ya a la segunda o a la tercera vez que vas esperan que les cuentes un poco que es el candombe y milonga. Lo que pasa es que mi repertorio tampoco es un repertorio candombero así, centrado, yo voy incluyendo el candombe muy estilizadamente, no soy un candombero de siempre, me voy metiendo con mucho respeto y de a poquito, digamos, en el mundo del candombe. Tengo candombes desde mis primeros discos pero siempre muy centrados en la guitarra, la primera vez que uso un cuerda de tambores es en Frontera.

Justamente ahí hay un par de candombes "poderosos"...

Claro, y cada vez me siento más cómodo con el candombe y creo que para los españoles... es música. La música la mayor parte de las veces no necesita una traducción, digamos, es una cosa no conceptual que vos podés escuchar sin saber exactamente que es lo que quiere decir. Les suena a Africa, es el candombe ¿no?, suena a Africa un montón. Les suena muy africano pero a la vez les suena a Brasil también.

A veces nosotros tenemos esa idea de que nuestros ritmos pueden entrar fácil en otros países, y me parece que son ritmos un poco complejos a veces. De repente nos pensamos que los llevamos allá y los tipos se van a fascinar con eso automáticamente...

No es porque sean complejos, porque también la rítmica cubana es complejísima, por ponerte un ejemplo. Yo creo que depende pura y exclusivamente de una cuestión de proximidad. O sea, Cuba es la última colonia española, tiene un universo complejo tan o más complejo que el candombe, con determinados ritmos ¿no?, muy complicados, pero están a "tiro de piedra" de España ¿no?, están no sólo cerca afectivamente porque fueron la última colonia que perdieron los españoles sino que está relativamente cerca de Cuba. Vos en un avión en unas cinco seis horas estás en Cuba desde España, y Uruguay es muy lejos, es muy chico; muy lejos de España me refiero ¿no?. También tiene mucho más peso un país con la población de Cuba que un país con la población de Uruguay. Aparte, también hay que decirlo: para exportar un ritmo primero tiene que estar realmente asentado en una cultura. Aquí el candombe recién ahora está teniendo una difusión masiva empapando toda la ciudad, antes era una cosa con una enorme difusión entre los músicos, como una gozadera enorme de mucha gente, pero que no embebía toda una ciudad como es... yo qué sé, el son en Cuba, la salsa, el samba en Brasil, o sea... vos tenés que pensar que el candombe acá empieza a ser institucional desde principios de los ´70 ¿no?, que el pop lo empieza a incorporar, y a esa altura en Brasil se venían escribiendo canciones de samba desde los años ´30. Todo lleva un proceso, y acá estamos un poco como apurados por exportar cosas.

Capaz que es esa cosa de país chico ¿no?

No, es... país nuevo, sobre todo. Este es un país muy nuevo y los patrones culturales se van definiendo con el tiempo, llevan un tiempo, de repente son muchos más lentos que los cambios políticos.

Eso se debe ver más claro desde allá por el simple hecho de que tienen mucha más historia...

Es que España es un país muy viejo al lado de Uruguay, muy viejo. O sea, cuando estás hablando de flamenco estás hablando de varios siglos, de establecimiento de una cultura, con una plástica, una música, y todo muy definido ya desde el siglo XIX. Y con influencias desde árabes hasta gitanas, de todo un poco, de hace muchos siglos ¿no?

Para el candombe lo que es muy bueno es que está en evolución, algo va a pasar, porque se está difundiendo enormemente y yo quiero, en medio de una especie de polémica que escuché varios días de que si está bien que el candombe se toque en La Paloma y en Malvín que no son reductos negros, o sea, yo quiero decir que la música es una bendición. El que toca música pasa en ese momento por un momento de conexión espiritual, y reducirlo a un círculo social o a una raza es tan horrible como separar los asientos de un ómnibus y decir: "aquí se pueden sentar los de un color y aquí los de otro". Si me preguntás te voy a decir que evidentemente mis favoritas son las cuerdas donde los negros tienen predominancia, porque el "toque" lo tienen ellos, pero una cosa es que toquen bien en La Paloma o en Malvín o en donde sea y otra cosa es que tengan o no derecho a tocar. Todo el mundo tiene derecho a tocar, y te voy a decir una cosa, si tocás todos los días durante muchos años tarde o temprano aprendés. Hay unas cuerdas fantásticas de gente que hace muchos años no tocaba candombe y que lo va aprendiendo; y esto va a determinar una revolución en la ciudad. Espero que siga existiendo el candombe más tradicional porque me encanta, yo toco con el Lobo (Nuñez) y me encanta La Dominguera, pero también está muy bueno que existan todas las variaciones que se te ocurran.

Es música

Es música, y siempre va a haber algo interesante. Una cultura viva es una cultura que se mezcla, sino se muere y la guardás en un frasquito con formol y chau. Es sensacional lo que está pasando aquí, va a traer consecuencias que van a durar mucho tiempo.

¿A vos se te pegó algo de España? En materia de música, de toque...

Sobre todo el trabajo y el centro que tienen los textos. Están mucho más centrados que nosotros en los textos, lo que más me gusta es todo el flamenco y las derivaciones de canciones del flamenco, Kiko Veneno sobre todo, espero que se me haya pegado algo de él que es mi favorito, o de Manu Chao que me gusta mucho a pesar de que no es exclusivamente español.

Yo la verdad que he venido tanto a Uruguay que creo que culturalmente no he hecho la separación, no he hecho el duelo, o sea que sigo como viviendo culturalmente aquí. Ahora tengo a mi equipo de trabajo aquí con Carlos Casacuberta y Juan Campodónico, mi banda aquí con Gonzalo Gutiérrez, con (Martín) Muguerza, con Pitufo Lombardo, con Tato Moraes, con el Lobo, Noé y Foqué, como que tengo un equipo de trabajo aquí que me encanta. Encima está ahora empezando a abrirse juego por Buenos Aires lo cual todavía me mantiene mucho más ligado ¿no?, ahora vengo ya por los dos lugares, vengo por Buenos Aires y por Montevideo, y ahora también he estado en Rosario, en Mendoza, en Córdoba, en Mar del Plata, en Tucumán, en Santiago de Chile, en Viña, en Valparaíso, como que voy ampliando el juego y no llegué a establecer una relación de influencia musical muy grande con España. Mi banda en España son todos músicos uruguayos: Jorge Galemire, Juan San Martín y José San Martín. Entonces como que no sé si hice bien o no pero sigo haciendo los discos como para que se escuchen acá. De hecho en Frontera se nota, es mi disco más uruguayo y en España, para ser mi tercer disco, no tuvo un avance en difusión más allá de lo que llegó Llueve. Se vendió un poco más que Llueve, digamos. Si hubiera querido hacer un disco para que se vendiera más en España tendría que haber hecho otro tipo de disco, un pop más híbrido de repente, y yo tenía ganas de curtir mi historia musical.

¿Tenés la necesidad de estar viniendo a empaparte de vez en cuando de lo que hay acá?

Yo en realidad estoy viviendo más de tres meses al año en Uruguay. O sea que va más allá todavía, musicalmente vivo muy en función de lo que pasa aquí todavía. Y de lo que pasa en Argentina que cada vez es más interesante, también lo que está pasando con el candombe en Argentina me parece genial. Hay que perder de una vez por todas el miedo, nadie nos va a robar nada, o sea, mi primer apellido es judío alemán, Drexler, el segundo es Prada, asturiano. ¿Qué tengo que decirle yo a un argentino que no puede tocar el candombe?, que es una cosa que se crea de una inmigración forzada de esclavos negros y que... o sea, yo tampoco tendría derecho a tocar candombe. Yo no nací en el barrio Sur, o sea, he ido mucho, me gusta mucho, he curtido candombe desde hace muchos años, yendo a escuchar, con humildad, al principio desde afuera. Y yo creo que los argentinos están acercándose a esto con una gran humildad y con una gran alegría.

Yo creo que nos tienen un respeto del que nosotros no nos damos cuenta...

Un cariño por sobre todo. Yo he encontrado un cariño en Argentina y una imagen de Uruguay muy favorable. Decís: "soy uruguayo" y entraste con la pata derecha, totalmente. Ya tenés un punto a tu favor. En la música ni que hablar, o sea, tantas veces escuché decir a músicos: "hay que tener un músico uruguayo en la banda para que suene bien", loco, eso es muy grande. Y los tipos tienen muy claro de donde es el candombe, aparte tampoco importa mucho de dónde es, ni quién lo es, o sea, si lo tocás y descubrís algo que vale la pena no me importa si sos paraguayo o de Montevideo... es tan "chota" toda esa historia... "chota" y peligrosa ¿no?, porque la gente empieza como a creerse que hay cosas puras y cosas impuras, y no hay ni razas puras ni ritmos puros, hay cosas vivas o cosas muertas. El candombe por suerte está vivo porque se está fusionando, se está difundiendo y está cruzando fronteras.

Volvemos a lo mismo: es música

Y tiene que coexistir todo. En el flamenco está el flamenco más tradicional y el flamenco más experimental. A mí me encanta Camarón y me encanta Morente en su parte más tradicional, y me encanta Morente en la parte más innovadora, y me gusta lo que hace Ketama. También en Brasil me pasa igual, me gusta la música tradicional brasilera y me gustan todas las variantes de híbridos, o sea, ni me gusta más ni me deja de gustar por la pureza una cosa u otra.

Aparte el abrirse implica también incorporar cosas nuevas ¿no?, siempre se puede enriquecer...

Un toque de candombe es una persona. Cuando una persona se muere se lleva consigo un toque de candombe, entonces vos no podés eternizar, mantener a las personas vivas por siempre, los tocadores que tocaban en el ´50 hoy probablemente tengan ochenta años y no toquen ya, o estén muertos gran parte de ellos. Una cultura viva es una cultura que está siendo tocada en ese momento, y eso es lo que pasa con el candombe, y no hay manera de controlarlo y no hay necesidad tampoco de controlarlo. Todo el mundo irá aportando lo que pueda, se irán perdiendo tantas cosas como las que se vayan ganando, y así es, no hay que tener esa nostalgia conservadora ¿no?

El hecho de que yo no haya metido cuerda de tambores antes no quiere decir que no hay estado pensando en el tema. No sé, de hecho yo esperé mucho hasta que sentí que tenía algo que decir. Y no entré por el lado festivo del candombe, entré sobre todo con una canción, que se llama Memoria del cuero, que es un poco ver la historia de cosas ¿no?, las cosas que se esconden debajo de las alfombras, que la gente no quiere ver, no sé, es un ritmo que nace de una experiencia muy dolorosa que es el injerto cultural forzado de una cultura en otra como es la cultura africana en la cultura aborigen hispanoamericana, aborigen y española ¿no?, una mezcla muy dolorosa, que todavía se siente ese dolor cuando escuchás el candombe, es lo que yo siento al menos. No es un ritmo totalmente festivo aunque también lo puede ser, escuchá a Rada y ves la festividad maravillosa que tiene también. Pero yo entré por ese lado, es lo primero que tenía para decir. También el hecho de buscar... se han hecho tan bien tantas cosas con el candombe que sólo se me ocurre investigar y buscar cosas nuevas para tratar de aportar algo. Ya como lo ha grabado Jaime (Roos), como lo ha grabado Rada está perfectamente bien hecho eso así, y Opa, y todos ¿no?. Entonces la idea es un poco trabajar desde un formato diferente del que se ha trabajado hasta ahora, se trabaja con un collage sonoro, inclusive los instrumentistas venían tocando y nosotros cortábamos y pegábamos, se trabajaba todo en un sampler y después en una computadora, buscando una sonoridad nueva, trabajando programas de software de dance utilizados para hacer candombe. Ese es mi punto de investigación ahora, la interacción entre el software y el toque.

Juan Castel

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