Hay dos novedades respecto a La Trampa. La primera es que en estos días sale a la calle Caída Libre; el esperado cuarto trabajo de la banda. La otra es que Sergio Schellemberg –uno de los dos fundadores-, no está más en el grupo. Los que sí siguen estando son Garo Arakelián (guitarra), Alejandro Spuntone (voz), Carlos Rafols (bajo) y Álvaro Pintos (batería), quienes nos adelantan lo que será su nuevo CD y repasan parte de doce años de una de las bandas más importantes del rock uruguayo.
¿Cómo van con el disco?
Alejandro: El disco ya está grabado, ya está mezclado, ya está terminado; lo que son las canciones ya están terminadas. La idea es que salga alrededor del 7 de agosto o algo así. Se llama Caída Libre y ahora está en la etapa del arte de diseño de tapa y esa clase de cosas, pero tá.
¿Y cuándo empezaron a grabarlo?
Alejandro: Empezamos... fecha...
Garo: En mayo. Lo terminamos de mezclar -allá en Buenos Aires- el 1º de julio.
¿Siguen con el sello Koala o están independientes?
Alejandro: Seguimos con Koala –el mismo del disco Resurrección-. Se hizo un laburo bueno. Aparte es un disco que tiene un trabajo largo; ya lo veníamos haciendo desde mediados del año pasado, que estaba Sergio (Schellemberg), y bueno, en el momento que Sergio decidió irse de la banda los temas de él quedaron y hubo que componer algunos más y tá. Es un disco en el que laburamos en pila. Toda la producción artística de los temas la hicimos exclusivamente los cuatro...
Álvaro: Los temas de Sergio quedaron en el repertorio, no en el disco nuevo.
Alejandro: Claro, los temas de Sergio, que estaban compuestos para el disco nuevo, quedaron afuera.
¿Por qué se fue Sergio de la banda?
Garo: Motivos personales de él. Decidió irse de la banda y tá. No hubo ninguna historia de nada.
En el primer disco fue tango y rock and roll, en el segundo fue un poco más de chacarera y rock and roll; ¿cómo viene este disco?
Alejandro: En realidad lo del tango siempre estuvo presente en los tres discos anteriores, y en este también está. Este disco al estar falto de teclados, tiene más guitarras, tiene más arreglos de voces... es un disco más pesado. Pesado no por composición ni por densidad de música, sino que es un disco más de rock. El teclado da una fusión que de repente le daba otro color a lo que hacíamos.
¿Quién hace los temas?
Garo: Los temas para este disco, a no ser una versión que hicimos de Muere con la Sonrisa, de Eduardo Nieves –que era integrante de Pareceres-, los once temas restantes, en esta oportunidad los hice yo, dada la confianza de mis compañeros.
Carlos: Que se puede terminar en cualquier momento. (risas)
En los trabajos anteriores había sido distinto ¿no?
Alejandro: En los discos anteriores componía Garo y Sergio; exceptuando en el Calaveras que...
Carlos: Había temas de Sergio también.
Alejandro: Pero eran de otra época.
Garo: En realidad, hubo un proceso. En el Toca y Obliga compusimos en forma solidaria: una composición buscando un camino, con dos personas que definieron una forma de componer para lo que todavía no existía, que era una banda que iba a ser. Después, en el Calaveras lo que paso fue que hubo, de repente por alguna razón psicológica o quién sabe... hubo muchísimos temas que fueron míos, y temas que compusimos a medias con Sergio. Después, en el Resurrección volvimos a componer por separados, pero ya era una cosa más proporcional, más dividido en porcentaje. Y bueno, así se llega a que Sergio se retire de la banda.
¿Cómo es el proceso compositivo?
Garo: Todos los temas de La Trampa son compuestos con guitarra española; como si fuera una canción de Sui Generis, igual, desde el tema más pesado al más livianito. Eso se lleva con letra, con melodía, con un esquema de armonía, y en el ensayo se empieza plantear. A veces uno puede tener una idea por el trabajo mental que tuvo previamente de cómo debería sonar, y eso se plantea. El ensayo sería como una mesa de trabajo ¿no?, se ponen las pocas o muchas ideas que hayan, se evalúan entre todos y se busca un camino... que en realidad, para la banda ahora, el camino al que hay que llegar medio que cada uno sabe como resolver su parte; el sonido que queremos, si bien no tenemos una fórmula, tenemos una forma de arreglar los temas. O sea que los temas se definen en su sonido por el ensayo con la banda.
Alejandro: Nosotros cada vez que Garo trae una canción, más allá de la idea que trae, nosotros ya nos conocemos de hace años y ya más o menos sabemos lo que él pretende de la canción. Cada uno aporta su granito siempre tomando como prioridad la canción. Y cada uno hace su arreglo para que el tema conforme un todo.
Garo: Que llegue a buen puerto.
Alejandro: Que todo lo que hagamos sea en beneficio de la canción, no en beneficio del instrumento. Cada arreglo tiene un por qué, cada coro, cada cosa tiene un sentido para lograr llegar a terminar la canción como realmente queremos que suene, y aparte como decía él: todos sabemos a dónde queremos llegar; no una forma de trabajo pero sí un estilo definido. Apuntamos básicamente a eso.
Que se podría decir que es el estilo de La Trampa.
Álvaro: Seguro. Es una banda que ensayamos muchas horas y trabajamos mucho con lo que grabamos el ensayo pasado y evolucionamos...
Alejandro: En el caso de este disco trabajamos pila. Empezamos a grabar en un grabadorcito como este (el grabador en el que estoy grabando la entrevista), después las cosas se pasaban al keywoke, después hicimos una maqueta ya tocando en mejores condiciones... fue todo un trabajo largo pero que quedamos muy contentos. Es muy sujetivo que nosotros digamos que quedamos contentos, después la gente decidirá si le gusta o no. Pero lo importante de todo esto, fue que los cuatro llegamos a algo en el cual quedamos reconformes.
Álvaro: Tiene arreglos hasta en el último día de ensayo. Me acuerdo que el último tono de Caída Libre lo cambiamos el último día.
Alejandro: Y lo bueno de este disco fue que no nos quedamos con la incertidumbre del "qué hubiera pasado si hubiéramos hecho tal cosa". Todo lo que hubo para probar, en la medida del tiempo que teníamos disponible, todo lo que hubo para probar se probó.
En los discos anteriores, ¿hicieron el mismo proceso?
Alejandro: Fue diferente cada disco.
¿En el Toca y Obliga cómo fue?
Alejandro: El Toca y Obliga era un disco que ya tenía un montón de años en que ellos venían tocando las canciones. Salvo dos, todos los demás temas ya estaban hechos. Lo único que tuvimos que hacer –en el caso que entramos Carlitos y yo-, fue adaptarnos nosotros a esas canciones y algunas cositas que se hubieran cambiado. Pero básicamente ya estaba elaborado el disco.
Carlos: Los temas de Toca y Obliga no se hicieron para grabar; se tocaban.
Alejandro: En el caso de Calaveras fue un disco mucho más enérgico. A parte que ya estábamos nosotros, creo que hasta la forma de componer de ellos varió por un tema de que, bueno, mi timbre de voz es distinto al del que cantaba antes. Carlos toca el bajo de una manera diferente al anterior bajista...
Álvaro: Yo entré una semana antes de que grabaran el disco.
Alejandro: Teníamos todo más o menos armado y no teníamos baterista. Fue un disco bastante más visceral, porque no hubo tanto tiempo de laburo; pila de cosas, desde que se subió aquel a la batería, fueron surgiendo así... a pesar de que se laburó, fue un disco no tan pensado. Mas allá que las canciones estaban compuestas y todo, quedó un disco crudo, con un sonido muy particular.
Calaveras fue el punto más alto de ustedes, por lo menos popularmente ¿no?
Carlos: Fue un momento especial. Había programas en radios, una movida del ambiente que fue... había mucho más difusión que cuando salió Resurrección o ahora mismo.
Alejandro: Fue cuando surgió Rock and Roll de Acá en el Teatro de Verano, era un momento de realzar más la música; surgió un poco más el rock, asomó la cabeza.
Álvaro: De cualquier manera no dejan de ser dos discos totalmente diferentes.
Carlos: De pique es un disco que está hecho con los arreglos que nosotros hicimos. En el caso del Toca y Obliga, cuando entramos Ale y yo, por más que puede haber variado algunas cosas, los temas estaban arreglados y compuestos para los tipos que estaban tocando antes. Nosotros entramos, aprendimos los temas y chau. En el Calaveras, no. En realidad es el primer disco en que nosotros tuvimos participación activa en el proceso de creación.
Alejandro: Encima, Carlos y yo teníamos un tiempo de adaptación a la banda. Hacía dos o tres años que estábamos en ella, entonces estábamos más integrados. Éramos parte activa a la hora que ellos traían los temas, y metíamos un bocadillo cada uno para mejorar las cosas.
¿Y Resurrección?. Ese disco quedó un poco a la sombra del Calaveras ¿no?
Garo: Capaz que el principal problema es que si uno llega a encontrar la fórmula del éxito -supuestamente, por lo que vos planteabas por la difusión-, creo que el principal problema que podríamos haber tenido sería subirnos a una clave. Creo que lo que intentamos fue hacer lo que había que hacer. Me refiero a que si hacés un tema que habla de ciertas cosas y lo decís de cierta manera y funciona, si volvés a hablar de lo mismo y lo decís de la misma manera, probablemente sea una subida artificial. Quizás con una dosis de sinceridad discutible y bueno... que es una cosa que pasa en cualquier género musical: en el canto popular en la década de los ´80 –por lo menos una parte del canto popular-, cuando se hablaba del "Negro en el conventillo" o "van por Ansina" ¿no?, fue una cosa repetida. Como también son repetidas cosas del hip-hop, por ejemplo: mí raza, mí gente, generando una violencia hacia todo aquel que está allá, pero que nunca sabés quién es... son fórmulas. Nosotros lo que intentamos fue no subirnos a una fórmula que funcionó, que había sido la inmediatamente anterior.
Alejandro: No quisimos hacer un Calaveras 2.
Garo: Es cierto que no logró superar en difusión lo mismo que hizo el Calaveras, pero nos dio la base de estar tranquilos. No somos para nosotros mismos un fraude; creo que ninguno de nosotros se mira al otro diciendo: “puta, pensar que yo te dije”.
En el próximo disco hacen una versión de un tema de Pareceres; anteriormente habían hecho lo mismo con temas de Dino y el grupo Zero. También participaron del CD homenaje a Los Estómagos. ¿Qué toman en cuenta a la hora de elegir un tema para versionar?
Garo: Elegimos lo que nos pareció lo mejor. Son canciones que no son demodé, lo cual habla bien de su compositor, que logró hacer una canción que trasciende como cualquier canción de los Beatles por ejemplo. Más allá de un estilo que esté de moda en un momento, o de las cosas que se usan o se suelen decir en determinado momento; básicamente es eso. Creo que las cuatro versiones que hay de La Trampa, están de cierta forma arregladas con el mayor respeto que se pudo. En algunas oportunidades se pudo hablar con los compositores originales y en otras no, pero cuando elegimos eso es porque me parece que la versión que vamos a hacer es adaptable al sonido de la banda. No es una versión descolgada, como si fuera de otra banda ¿no?, que al ser una composición ajena al manejo interno también implica que quizás el arreglo para hacerla sonar zafe de la estética del grupo. Pero elegimos lo que nos parece lo mejor. Dino es uno de los mejores compositores y cantautores que hay en el país; Eduardo Nieves ha hecho muchísimas cosas buenas y este tema, que es de él solo, no es compartido con la otra persona que tocaba en Pareceres. Y Martiniano (Olivera) de Zero es muy bueno.
Y el disco de Los Estómagos, fue un disco que en realidad fuimos persuadidos para participar de una cosa que supuestamente iba a gozar de un nivel ético mínimo, y supuestamente tener el apoyo de las personas a las que se les estaba rindiendo el reconocimiento... Y la verdad que fue una farsa: responsabilidad de los productores de ese disco, no de la gente que intervino. La gente que intervino hizo cada uno lo que mejor pudo hacer o quiso hacer, algunos con mucho respeto, otros con mucha soberbia. Ahí elegimos un tema de invitados, no lo elegimos para componer un disco.
La última, ¿cómo ven el rock nacional?
Alejandro: Lo que hay es la intención de las bandas, cada una en su estilo, de hacer buenas cosas. Como que hay una idea de hacer cosas más profesionales.
Garo: Primero: el problema que cada vez sigue habiendo menos público; la gente que se está yendo, evidentemente pertenece a un grupo etário que piensa en el futuro. El poder adquisitivo de la poca gente que se está quedando va en desmedro de cualquier producción artística, ya sea en vivo o en grabación. Y después, otro problema que está presente desde que terminó la euforia de los ´80 -hablo de la época de oro donde estaba Traidores, Estómagos, ADN, Zero, es el problema de quién quiero ser, a quiénes nos queremos parecer; ese es el problema.
El rock uruguayo no ha tomado ningún legado de otros momentos artísticos del país; no se relaciona con otras formas culturales. A no ser gente que tiene la capacidad de relacionarse, que son casos puntuales, y que generalmente tienen dinero ¿no?
La otra vez en otro lado nos preguntaban por qué las bandas eran de clase media para arriba: las bandas son de clase media para arriba porque los que no lo son, no tienen tiempo de hacer estas huevadas que hacemos nosotros. Ese es el problema: la originalidad, la sinceridad y culturalmente a qué pertenecés. En realidad, históricamente, estos quince años que pasaron, en una regla histórica, es un momento efímero. Difícilmente alguien logre recordarlo pasado ciento cuncuenta años si no se hace algo significativo. Y más estando rodeado por países que han generado movimientos muy importantes, con una buena identidad –principalmente Brasil-. Es muy difícil competir golpeando un tamborcito o teniendo una guitarra mal distorsionada.
Alejandro: A pesar de todo lo que dice él, que tiene razón, yo pienso que el rock uruguayo al no estar todavía en las grandes multinacionales, al no estar metido en el bussines del rock and roll, tiene todavía cierta impunidad a la hora de hacer la música. Yo sigo viendo que la gente que se dedica a hacer rock, no está pensando básicamente en hacer plata, entonces tienen más metido lo que es lo artístico, más allá que lo hagan bien o mal. Como que la gente que hace rock sigue haciendo lo que se le canta.
Garo: Una reverenda mierda.
Alejandro: Pero es una mierda honesta. Por lo menos no tiene un nivel de prostitusión.
Garo: Pero tiene lo suficiente para que el rock uruguayo tenga una vertiente que suena a centro americana, otra vertiente que suene a Argentina, otra que suene a afro brasilera... esas son vertientes que tiene pedazos del rock uruguayo. Pero no hay una vertiente significativa o por lo menos igual de importante que digas: “puta, suena a uruguayo”. Porque nosotros nos hemos convencido por no sé quién, de que suena a uruguayo. ¿Qué es que suena a uruguayo?, que suena como el culo en vivo. Eso no es sonar a uruguayo. En cualquier país del mundo lo que suena mal, suena mal; pero no es una identidad cultural.
Nicolás Hidalgo