El cello y la guitarra se guiñaron y dijeron: Tango? Y por qué no..?, respondieron 10 cuerdas. Y así fusionan, desde el alma clásica del violoncello y el cuerpo de la guitarra, un nuevo sonido en el cual el Tango muestra lo que tiene de cielo y pasión.
Germán Prentki: cello Julio Cobelli: guitarra
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