Al salir de la tienda con el disco en la mano, el consumidor acaso ignore que lo que acaba de comprar, no necesariamente es lo que cree haber comprado. La presentación es la misma, igual que el diámetro, el precio y el estuche, pero ese disco puede ser el resultado final de dos diferentes procesos de fabricación.

TECNOLOGÍA CD

Situada en las afueras de Pando y con oficinas en Montevideo, Digital Disc es la única empresa uruguaya dedicada a la fabricación de CDs originales. El tipo de trabajo más requerido a la empresa, no es el disco de audio como pudiera pensarse, sino el CD ROM y el disco de software. Del total producido, el 40 % pertenece a audio y el 60 % restante tiene que ver con discos multimedia.

“El año pasado –cuenta Jorge Voitouret, director de Digital Disc- empezamos a trabajar para editoriales que exportan libros digitales a México gracias a un convenio de libre comercio que Uruguay tiene con ese país. Se trata de producciones importantes para un mercado que tiene una magnitud inexistente en Uruguay. Otro trabajo que estamos terminando de producir para la Biblioteca Nacional, es el Archivo Artigas, o sea, todo lo que Artigas escribió, en un disco que va a ser distribuido gratuitamente en bibliotecas y centros de enseñanza de todo el país, y que va a significar la democratización de ese material y la divulgación del mismo a nivel de toda la población. Con la Biblioteca Nacional hay otros dos proyectos a realizar como el Archivo Biblioteca Artiguista (todo lo que se ha escrito sobre Artigas) y la Biblioteca de Clásicos Literarios, una obra que involucra el compendio de un total de 174 volúmenes”.

Con capacidad para producir 18 mil discos por día, Digital Disc puede, si el cliente lo solicita, hacerse cargo del packing que el CD va a tener.

“Hay muchos artistas o empresas para el caso de multimedia –relata Voitouret- que vienen acá y nos piden a nosotros le resolvamos todo el tema. Ellos traen el master y quieren llevarse el disco pronto con su envase. Nosotros importamos cajas de todo tipo para discos y DVDs y a la vez, también fabricamos el estuche digipack, que es una presentación más cálida del objeto”.

En cuanto a la fabricación del disco, el proceso comienza con el master que proporciona el artista o la empresa que quiere hacer un disco multimedia y la posterior fabricación de una matriz que toma la información de ese master.

“La tecnología que nosotros tenemos –explica Jorge Voitouret- es la que elabora el disco con contenido. Este disco se produce a partir de un stamper o matriz (realizado con una aleación de titanio y níquel) que se coloca en el cabezal de la máquina, mientras la materia prima con la que se va a confeccionar el disco (policarbonato granulado) es llevada a una temperatura de 380 grados Celsius, y en estado líquido se inyecta, se prensa sobre el stamper y finalmente se enfría.

De esta primera etapa surge un disco transparente, con sus contenidos ya impresos, que pasa a una estación de la misma línea de producción donde será metalizado en una cámara de gas de argón, con el aluminio (puede ser oro si se prefiere) que le da su característico color plateado. En la siguiente estación, al disco se le suma una laca ultravioleta que otorga protección frente al manipuleo y los cambios de temperatura, e impide la oxidación de la cubierta de metal.

Luego hay una etapa de control físico del objeto fabricado para comprobar que no haya ninguna imperfección y finalmente, un puerto donde otra máquina imprime el arte o estampado que va pintado en el disco.

La vida útil de un disco con contenido –asegura Jorge Voitouret- está estimada en 120 años, mientras que la del disco fabricado con tecnología CD-R, se fija en cuatro años máximo.”

TECNOLOGIA CD-R

Como su nombre lo indica, esta manera de fabricar discos está íntimamente vinculada a la que se utiliza para hacer copias a nivel doméstico. Lo que cambia es el nivel de sofisticación de los copiadores y la alta velocidad con la que se produce la duplicación respecto de los grabadores caseros, pero en esencia, se trata de un disco elaborado con la misma materia prima que el CD (policarbonato), al que se le graba la información en una capa expuesta y superficial.

Hacer un CD-R no tiene ventajas económicas si se considera cada unidad fabricada, pero permite realizar una producción más pequeña (50 o 100 discos) con un desembolso de dinero menor. Como la producción mínima de una empresa como Digital Disc está en el orden de los 300 ejemplares, cuando un sello presiente que una edición no va a tener un retorno rápido, o que no va llegar a vender ese número de unidades ni siquiera en el largo plazo, el CD-R es la única opción disponible.

“Al principio había cierta cantidad de discos CD-R que fallaban- expone Santiago Orellano, encargado del Departamento de Marketing de Sondor- pero hoy en día, en la empresa, utilizamos CD-R de muy buena calidad y la devolución por fallas es prácticamente nula. Esta técnica de duplicar en CD-R permite que estén a la venta títulos que de otra manera no sería posible, dado lo pequeño del mercado uruguayo”.

Otras casas discográficas que vienen publicando material en este formato, son Perro Andaluz y Ayuí. De las tres, Ayuí es la única que deja constancia en la letra chica del estampado de cada disco, que se trata de una edición CD-R.

“En primer lugar –dice Mauricio Ubal, director de Ayuí / Tacuabé- tenemos que dejar en claro que cada uno de los discos que ponemos a la venta y a disposición del público SON ORIGINALES. Se entiende por original toda copia debidamente autorizada por el productor fonográfico, la que cuenta con todas las garantías legales para su reproducción, y con la seguridad de cumplir con todos y cada uno de los derechos que derivan de su comercialización (derechos de autor, regalías de intérprete, etc.) y los correspondientes impuestos que pagamos rigurosamente.

Que el soporte que sostiene la grabación sea un CD-R –agrega- para nada inhibe su originalidad. Está fabricado a partir de un disco matriz, en máquinas copiadoras especiales, que hacen un replicado en discos importados especialmente por su calidad y poder de impresión, discos que no circulan en el mercado uruguayo, y que son grabados en velocidad lenta para permitir una mayor profundidad del surco que se imprime en el disco. Por lo demás, los controles de calidad son estrictos y permanentes”.

Según consultas realizadas en Todo Música (Montevideo Shopping), los reclamos por CD se dan una vez cada mil años, y en general, están relacionados con un problema del master, que hace que toda la partida esté dañada y no sólo el disco devuelto por el cliente. En el formato CD-R en cambio, hay mayores reclamos referidos a que los aparatos no los leen o que las canciones saltan, y ha llegado a suceder que el mismo consumidor, debe retornar tres veces a pedir que le cambien el disco, hasta quedar conforme con el material comprado.

DIFERENCIAS FÍSICAS

La superficie metalizada de un CD, refleja las figuras con una nitidez cercana a la de un espejo, mientras que la de un CD-R devuelve imágenes opacas y borrosas. Inclinándolo levemente en la dirección de un rayo de luz, sobre la superficie plateada del CD, se abre un abanico de colores bien definidos, mientras que sobre la del CD-R, ese abanico se muestra apagado, sin armónicos y con un cierto velo que desluce el colorido.

Entre el agujero circular del centro del disco y la zona que contiene las pistas de información, hay un aro que en el CD lleva impreso el nombre de la fábrica (Laser Disc, Digital Disc, Epsa, etc.) y en ocasiones, el número de ese ejemplar, y hasta el nombre del artista correspondiente a esa producción. El CD-R adolece de esa marca en el aro, y sólo en algunos discos y de manera casi imperceptible, aparecen las letras CDR si se las busca a contraluz.

En el arte impreso sobre el reverso del disco descansa la última variable: la mayoría de los dibujos que llevan los CD-R, están realizados con un método artesanal que no resiste la presencia del agua. Con sólo pasar la yema de un dedo medianamente humedecido, los colores se borronean y ensucian otras zonas del estampado.

Leonardo Scampini