Clavo mi remo en el agua
clavo tu remo en el mío
Creo que he visto una luz
al otro lado del río
El día le irá pudiendo
poco a poco al frío
Creo que he visto una luz
al otro lado del río
¡Chau! ¡Thank you! ¡Gracias!
(Agradecimiento de Drexler al recibir el premio)
Contradicción.
Ni siquiera prohibición. El desinterés evidenciado por los productores de la ceremonia de los Oscar hacia Jorge Drexler, en su condición de músico, no hizo más que certificar la confianza, el apoyo de su público y estimular la atención de los medios de comunicación que se hicieron eco de sus propias palabras, siempre elegantes, que lo posicionan como un artista maduro, seguro de sí mismo y, al mismo tiempo, agradecido.
Afortunadamente, el trago amargo de tres días, concluyó al subir al escenario, recibir de manos de Prince su merecido premio y cantar -en el tiempo destinado a los agradecimientos-, algunas estrofas de Al otro lado del río, su participación en la película Diarios de motocicleta, de Walter Salles.
Talento. Trabajo. Cabeza. Decisión. Ambición. Humildad.
Quizá sean las claves para tratar de entender por qué Jorge Drexler hoy es ganador de un Oscar –dejando de lado prejuicios y con la evidente trascendencia a nivel global que supone-; o mejor, quizá sean las claves para entender el camino que tuvo que recorrer durante años para llegar a este feliz escenario.
Y no hay dudas, el mérito es suyo. Y el Oscar, también.
Carlos Bassi