En el Club Peturrepe, ubicado en el barrio Prado, ensaya desde hace ya unos meses A contramano, que obtuvo el 2do puesto en el rubro murgas en el Concurso Oficial del Carnaval 2005. Conversamos con Leonardo Gazo, integrante de la cuerda de primos desde el ’98, sobre la propuesta para este 2006, las sensaciones que ha dejado el carnaval pasado y del constante crecimiento que viene teniendo A contramano; una murga que con el apoyo del sello Ayuí-Tacuabé viene editando discos desde el 2003 y que de la mano de su gente está recorriendo cada vez más barrios, más tablados y ganándose el corazón de más montevideanos.

Contanos cuál es la propuesta de A contramano en este año, ¿qué temáticas abordan?

La propuesta de este año está en proceso de formación. Tenemos el título que es “El beneficio de la duda”; es llevar al escenario una fotografía del tiempo en el que estamos viviendo, que básicamente creo que es un tiempo de dudas. Estamos tratando de plasmar eso en las letras y en la propuesta. Todavía queda escribir el medio. Lo medular, lo que queremos decir lo tenemos muy claro, hay que ver cómo decirlo y eso es en lo que estamos trabajando. El saludo y la retirada están.

¿Hace cuánto están ensayando?

El problema que tuvimos nosotros, que en realidad no es problema sino todo lo contrario, fue que estuvimos trabajando durante todo el año. Hace poco en octubre estuvimos en Concordia, en Argentina, y eso obviamente tiene su lado positivo porque seguís laburando y mostrando lo que hiciste en el 2005, pero también tiene la contrapartida de que atrasás un poco el laburo para éste. Está bueno porque el grupo está bastante “afiatado” y eso también influye.

¿El año pasado cómo se lo tomaron? Un segundo puesto es terrible lugar, se quedaron a un punto nada más… ¿Cómo lo vivieron ustedes?

(Suspira) Yo que sé. En realidad fue muy raro porque vos vas viendo los puntajes por rueda y ta… preferiría no detenerme en el concurso (risas). Preferiría hablar del arte pura y exclusivamente.

Pero son conscientes de la presión que conlleva ese puesto para este año… los van a estar mirando diferente.

Sí, yo creo que A contramano, más allá de los puestos que ha obtenido en los últimos tres o cuatro años, ha tenido un gran crecimiento a nivel de gente, en los tablados… creo que se ha arrimado mucha gente porque se ve reflejada en la propuesta de la murga, y me parece que eso sobrepasa el lugar en que estés en el concurso. Esa gente ha dejado su huella y a veces puede acompañar el concurso y a veces no; hay que estar con los pies en la tierra para darse cuenta cómo reaccionar y tomarlo como lo que es: un concurso. Son cinco tipos que juzgan lo que les parece que está bien, y el arte es muy difícil de juzgar ¿no? Por lo menos desde mi punto de vista.

Es muy subjetivo…

Muy subjetivo. Si nos ponemos en ver lo que es pura y exclusivamente la parte técnica capaz que sí, pero cada uno va a tener también su criterio para evaluar las cosas.

Además estuvieron firmes en varios rubros, por ejemplo: mención de batería de murga, cuplé, etc.

Sí, tuvimos varias menciones.

Igualmente creo que la murga está mucho más jugada a dar un espectáculo, no apuestan tanto a cubrir tal o cual rubro sino a hacer un buen producto en su conjunto.

Creo que hemos subido un par de escalones en lo que se refiere a la parte profesional, por decirlo de alguna manera. Estamos mucho más compenetrados todos con el espectáculo. Y esas cosas van de la mano porque la murga principalmente para mí tiene que cantar muy bien. Este año afortunadamente está cantando bárbaro y después todo se va cubriendo solo, porque creo que vos sin darte cuenta vas abarcando todo el espectro. Nosotros nunca nos planteamos hacer tal o cual movimiento porque va a puntear más; no es así. Lo planteamos con el gusto nuestro, con lo que nos parece a nosotros el espectáculo; el primer paladar que tiene que quedar satisfecho es el nuestro y somos bastante exigentes.

La última y te dejamos ir a ensayar. El carnaval anterior fue diferente porque se dijo que era de transición, porque había asumido el Frente Amplio por primera vez al gobierno; este va a ser el primero en que van a tener que criticar a la izquierda, ¿cómo lo viven ustedes los murgueros?

Mirá, desde el “El loco manicomio” hasta acá, una de las cosas que ha cambiado en A contramano es, siempre obviamente criticar porque es la base de la murga, pero hemos hecho espectáculos bastante universales. “El loco manicomio” tenía un vuelo muy genérico y si bien tenía una profunda crítica al gobierno de Batlle, se basaba principalmente en criticar al tiempo en que vivimos. No se trata de decir: “¡Ah! porque está Tabaré Vázquez no vamo’ a criticar”, porque hay cosas para criticar, pero también el asunto es autocriticarse y pintar un reflejo de la sociedad en que vivimos. No darle con un caño al que está de turno simplemente porque está, obviamente Batlle daba mucha letra (risas), también este gobierno la da, no sé si es válido pararse de un lado para darle a un tipo gratuitamente. Igual hay una crítica sólida y argumentada.

Para cerrar, vos dijiste a grosso modo: “evaluar lo que es la sociedad de hoy”, ¿entonces cuál es la moraleja… hay una moraleja?

Sí, hay una moraleja. Tampoco somos quiénes para dar soluciones ¿no? Pero no sé… ahora está sonando la retirada, voy a cantarla, escuchala y después sacá tus propias conclusiones (risas).

Rodrigo Ribeiro